San Juan, Puerto Rico – El virus de la rabia, al ser una enfermedad zoonótica, puede también infectar a los humanos. Se trata de una enfermedad muy grave, que puede causar la muerte tanto al animal infectado como al humano si no se diagnostica y trata a tiempo.
El virus responsable de esta enfermedad es del género Lyssavirus de la familia Rhabdoviridae, que se distingue al ser un grupo de viruses con la forma de una bala. Este virus ataca principalmente al sistema nervioso y se transmite por la saliva de un animal que muerde a otro y la agresividad que provoca, generalmente, hace de ella una enfermedad muy contagiosa.
Las primeras señales que le indicarán que algo le sucede a su mascota son: tensión muscular, fiebre, escalofríos, vómitos, diarrea, malestar general, pérdida del apetito, hipersensibilidad a la luz, y episodios de tos. Otros síntomas que pudieran reflejar que la enfermedad está en una etapa avanzada es no tener movilidad en las patas o los músculos faciales, caída repentina de la mandíbula inferior, cambios en las cuerdas vocales y ladrido anormal, exceso de salivación en forma de espuma alrededor del hocico y la dificultad para tragar alimento. Una salivación abundante y espumosa, agresividad, la obsesión de morder las cosas, insomnio pudieran ser señales de la parte más agresiva de esta enfermedad.
No existe un tratamiento efectivo contra la rabia. Una vez diagnosticada la enfermedad por un médico veterinario, el especialista seguirá el protocolo establecido por el Departamento de Salud de Puerto Rico.
El primer paso para la prevención de esta enfermedad es la vacunación, ya que disminuye considerablemente las probabilidades de que la mascota contraiga la enfermedad. La vacuna contra la rabia se debe administrar anualmente por un médico veterinario licenciado y colegiado. Se debe evitar el contacto con objetos que han sido expuestos a la saliva de animales de los cuales existe la sospecha de tener la enfermedad. Se aconseja tener precaución con las mangostas, ya que son el principal vector de este virus en Puerto Rico y también con animales perdidos o que viven en la calle ya que es poco probable que hayan sido vacunados.
Si sospecha que su mascota puede padecer de este virus, consulte con su médico veterinario. Si usted o algún miembro de su familia resulta mordido, lave la herida por 15 minutos con abundante agua fría y diríjase al hospital más cercano. Para más información, puede llamar al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico al 787-249-5304.