Yakarta (EFE) – La cantidad de primeros espadas que han causado baja en la mayoría de selecciones ha abierto, siempre con el permiso de Estados Unidos, el abanico de posibilidades de sorpresa de este Mundial 2023 que se celebra desde este viernes en Filipinas, Indonesia y Japón.
Y es que incluso los Estados Unidos, favoritos a levantar el entorchado de campeones del mundo, no han podido librarse del mal de las bajas. Su caso es diferente, pero no contarán con Stephen Curry, Lebron James, Davin Booker o Kevin Durant, entre tantos otros, que sí que estarán salvo sorpresa en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
Una selección estadounidense que, además, llega a la cita todavía con la espina clavada de haber caído eliminada ante Francia en los cuartos de final del pasado Mundial de China 2019, en lo que fue el peor resultado (7º) de su historia en la cita ecuménica. El escolta Anthony Edwards, de los Minnesota Timberwolves, será el encargado de liderar a un ‘Team USA’ que, si bien parte como favorito y con toda presencia NBA, es más accesible para el resto de combinados.
En la pugna por ver qué selección consigue acceder al trono mundial en el que ahora mismo se sitúa España, también se encuentra la selección de Canadá que, aunque plagada también de jugadores NBA, no podrá contar con su estrella, el base Jamal Murray, de los Denver Nuggets.
No se puede hablar de opciones al trono y no mencionar a grandes selecciones como España, Francia o Australia. Todas ellas, como es tónica general de este bautizado como ‘Mundial de las bajas’, sin alguna pieza fundamental que ha obligado a trastocar planes.
Quizá la que más afecta al juego de un equipo sea la de Ricky Rubio para los de Scariolo, que perdió también a otra pieza importante como Lorenzo Brown. Las sensibles bajas de ‘La Familia’ no bastan al resto de equipos como argumento sólido para apartarla de las candidatas, conociendo ya de sobra el carácter y la fortaleza del grupo español ante las adversidades y la larga lista de nombres aficionados a las gestas.
La mezcla de veteranía que aportan los Llull, Rudy Fernández, Claver o los hermanos Hernangómez, casa a la perfección con el talento y juventud de piezas como Usman Garuba, Juan Núñez o Santi Aldama, creando un sólido grupo al que si, además, se le suman piezas como Alberto Díaz, se convierte en un conjunto con mucho que decir durante el torneo.
Francia no podrá aprovecharse del talento del número 1 del ‘draft’, un Victor Wenbanyama que prefirió no acudir a la cita, y será el veterano Rudy Gobert quien gobierne en el vestuario galo, intentando superar la barrera del tercer puesto que se ha encontrado en las dos últimas ediciones.
Australia llega al evento con el respeto que otorga el tener jugadores de la talla de los NBA Patty Mills o Joe Ingles, aunque con la evidente amargura de haber estado apunto de poder volver a ver a Ben Simmons vestirse con la camiseta de los Boomers tras 10 años ausente.
Tampoco se puede olvidar que una bestia anda suelta con la selección de Eslovenia. Y es una bestia que, pese a no estar rodeada de grandes figuras, ha demostrado que puede bastarse por él mismo para lograr hazañas. Luka Doncic no entiende ni de dificultad ni de retos complicados. Para él, cuando el balón empieza a moverse, todo es más fácil que para el resto, por lo que Eslovenia es otra selección que no se puede perder de vista.
Serbia, sin Nikola Jokic; o Grecia, sin Giannis Antetokoumpo, son las selecciones probablemente más afectadas por la baja de su principal estandarte debido al calibre del hueco que dejan, difícil de reemplazar, y que probablemente sea suficiente para que su torneo se haya torcido antes de comenzar.
Por su parte, selecciones como República Dominicana, Lituania o Alemania esperan agazapadas su oport9unidad para colarse entre los ocho mejores equipos del mundo y, a partir de ahí, intentar llegar los más lejos posible aprovechando las amplias posibilidades de sorpresa que presenta este Mundial.
El segundo mundial de la historia con 32 selecciones se disputará del 25 de agosto al 10 de septiembre en tres sedes distribuidas entre los tres países: Yakarta (Indonesia), Okinawa (Japón) y Manila (Filipinas), aunque en esta última se celebrarán la mayoría de encuentros, por lo que habrá choques en las zonas de Pasay, Ciudad Quezon y Bocaue.
La primera fase contempla ocho grupos de cuatro equipos cada uno de los que los dos primeros pasarán a la segunda ronda arrastrando los resultados anteriores. De los cuatro grupos que se formen pasarán los dos primeros, completando así el cuadro final con los ocho cuartofinalistas que pugnarán por meterse en la lucha de las medallas cuyo escenario será el Arena Filipina, el estadio que más gente puede acoger del Mundial con 52,000 asientos.