México, 22 feb (EFE) – Tras la muerte reciente de dos ambientalistas, la protección de la mariposa monarca en México se dibuja complicada en varias regiones del país amenazadas constantemente por la tala clandestina y por presiones de grupos externos.
“Grupos que se dedican al saqueo de los bosques han hecho diferentes acciones en nuestra comunidad, un tema que nos preocupa mucho porque tenemos compañeros que se han consagrado al cuidado del medio ambiente”, declaró este domingo a Efe Efraín Avilés, del Concejo Ciudadano Indígena de Nahuatzen, en el occidental estado mexicano de Michoacán.
Explicó que son 35 guardabosques de esta comunidad autónoma quienes vigilan los árboles de los cerros El Pilón y San Marcos, ubicados en esta región del país.
“Ellos todos los días están desde muy temprano en sus áreas de trabajo y son personas que siempre están expuestas a personas que se dedican a la tala”, advirtió.
La tala ilegal es una de las principales amenazas que afectan el hábitat y las fuentes de refugio y alimento de este diminuto insecto único por su belleza y ruta migratoria, de acuerdo con el Plan de Acción para la Conservación de la Mariposa Monarca en México 2018/2024.
“La superficie degradada se calculó en 2,179 hectáreas, de las cuales 2,057 hectáreas fueron afectadas por tala ilegal”, señala este informe del gobierno federal basado en un monitoreo realizado de 2004 a 2014.
El problema se agudizó a partir de 2013 cuando «se registraron nuevamente algunos sitios talados por grupos externos a los ejidos y comunidades, lo que dio lugar al establecimiento de operativos en sitios», según el reporte.
El problema persiste y el pasado viernes la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó de la detención de siete taladores de árboles acusados de cortar 71 árboles con una sierra mecánica.
Según Avilés, ante la falta de fuentes de empleo en la región, la carpintería se convirtió en uno de los oficios con mayor demanda, agotando los árboles por parte de grupos que “han ido invadiendo o haciendo tala en otros lugares en donde no se ha tenido cuidado con el monte”.
El informe de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) señala la degradación de los bosques en México como el segundo riesgo para las mariposas monarca en su ruta migratoria que inicia en el norte del continente americano.
La principal amenaza que enfrentan es la disminución de algodoncillos y hábitat en Estados Unidos y la tercera tiene que ver con las condiciones climáticas extremas.
Miguel Ángel Cruz, encargado del Santuario de la Mariposa Monarca en el ejido El Rosario, una de las principales reservas en Michoacán, aseguró en entrevista con Efe que en su labor de defensa ha observado camiones sospechosos en la región.
“Nosotros estamos todos los días cuidando nuestro bosque”, relató Cruz, “y hay veces que salen camiones, pero en sí yo no me he puesto a investigar si llevan documentación porque también hay permisos (del gobierno para la tala)”, reconoció.
La misión diaria del ambientalista es proteger los bosques que anualmente albergan unos 100 millones de estos alados insectos para su llegada, de noviembre a marzo, a la zona oriente de Michoacán y parte del Estado de México, vecino a la capital.
LOS PELIGROS ACECHAN
El comisariado del Ejido El Rosario quedó también a cargo del santuario, tras la muerte del activista Homero Gómez, cuyo cuerpo fue hallado el 29 de enero en una hoya de agua, en la localidad de El Soldado, cerca de la reserva natural a la que había dedicado su vida.
“Yo estoy haciendo algo que no solamente es para mí, nos beneficiamos todos: el ser humano y los animales, todos nos beneficiamos porque todos necesitamos oxígeno y agua”, indicó Cruz, defendiendo su labor, a menudo peligrosa.
“Nuestro compañero Homero le echaba muchas ganas… no sabemos qué pasó, era un hombre muy bueno, apoyaba mucho la difusión del santuario, buscaba proyectos para reforestación”, dijo Cruz.
Unos días después de la pérdida de Homero Gómez, el guía turístico Raúl Hernández fue encontrado sin vida y su cuerpo “lo fueron a tirar ahí en el santuario”, condenó el ambientalista.
“Todos hemos trabajado juntos aquí por años, tenemos la misma mentalidad y las mismas ganas por conservar nuestros bosques”, mencionó el hombre, sin querer dar más detalles de ambos casos, que fueron muy mediáticos.
Organismos como Amnistía Internacional y la UNESCO hicieron un llamado al gobierno mexicano a esclarecer la “sospechosa muerte” de los activistas, en una zona con presencia de tala irregular por parte de grupos de delincuencia organizada.
Sin embargo, la Fiscalía del Estado de Michoacán aún no presenta avances de las investigaciones ni establecido una hipótesis sobre las muertes de los activistas.
“En el estado cuesta mucho trabajo distinguir lo que es un crimen y una violación a derechos humanos”, advirtió a Efe Claudia Ignacio, de la Red Defensora de los Derechos Humanos en Michoacán.
Según el informe «Análisis Global 2019» divulgado este febrero en México por la ONG Front Line Defenders (FLD), México es el país más letal para los defensores del medioambiente, pues el 75 % de los 23 asesinatos documentados por la ONG en el país fueron en contra de defensores de la naturaleza, mientras que los restantes fueron homicidios de defensores de derechos humanos.