Springfield (EE.UU.) (EFE) – Además de Pau Gasol, que se convirtió en el primer jugador español en entrar al Salón de la Fama, el alemán Dirk Nowitzki y el francés Tony Parker también recibieron el mismo homenaje este sábado en una noche mágica e histórica para el baloncesto europeo.
Cuatro veces campeón de la NBA con los inolvidables San Antonio Spurs en los que formó un trío memorable con Tim Duncan y el argentino Manu Ginóbili -sus dos presentadores en este tributo-, Parker fue además el primer europeo en ser nombrado MVP de unas Finales (2007).
«Tengo muchas conexiones con esta promoción», dijo en su discurso el base, quien destacó que Gasol fue su «compañero» en los Spurs al tiempo que recordó la «enorme rivalidad» en el baloncesto internacional entre las selecciones de España y Francia.
Parker reconoció, con ironía, que sin la selección española comandada por Gasol habría ganado más medallas para Francia, pero apuntó que enfrentarse en los veranos al de Sant Boi le «empujó» a mejorar.
También habló en los mejores términos posible de Ginóbili, a quien definió como «una estrella del rock» y «el jugador más único» con el que ha compartido equipo.
Parker combinó en su ingenioso discurso chistes sobre Duncan y sus primeros pasos en San Antonio con un agradecimiento muy emotivo a su familia en el que no evitó las lágrimas.
Por último, Parker dedicó unas palabras a los jóvenes que quieran triunfar en el baloncesto («seguid soñando a lo grande») y se acordó de un Gregg Popovich que también entró este sábado en el Salón de la Fama y que le puso al volante de los Spurs con solo 19 años.
«Siempre fuiste como un segundo padre para mí (…). Gracias, ‘Pop’. Te quiero», expresó.
Por su parte, Nowitzki fue un referente descomunal de los Dallas Mavericks durante 21 temporadas, ganó el MVP en 2007 (primer europeo en conseguirlo), le dio en 2011 su único anillo hasta ahora a la franquicia texana y es el sexto máximo anotador histórico de la NBA.
Con Steve Nash y Jason Kidd como sus presentadores en esta gala, el genio alemán habló de varias cualidades que han marcado su vida y su carrera como la creatividad, la pasión, el liderazgo, la competitividad y el respeto.
En relación a esta última, el «respeto», Nowitzki opinó que es un rasgo que une a todos los homenajeados en el Salón de la Fama de 2023, una relación en la que también aparecen Becky Hammon o Dwyane Wade.
«Estoy muy emocionado de ser parte de esta promoción. Pau, Tony, Wade… Competimos al nivel más alto, pero siempre hubo aprecio», afirmó.
Nowitzki también elogió a compañeros como Kidd, a quien describió como «un guerrero», y a Nash, con quien compartió sus primeros pasos en la NBA con la camiseta de los Mavericks.
«Quién habría pensado cuando empezamos a jugar que estaríamos en este escenario juntos…», reflexionó.
Asimismo, Nowitzki dio las gracias al propietario de los Mavericks, Mark Cuban, por su «enorme corazón», y al técnico que dirigió a los de Dallas en la temporada que fueron campeones, Rick Carlisle.
«Me enseñaste cómo de detallista hay que ser para ganar (…). Nos hiciste campeones y por eso siempre te estaré agradecido», aseguró.