Denver (CO) (EFE) – Vivir en los vecindarios mayoritariamente latinos en Denver conlleva un mayor riesgo de hospitalización por enfermedades respiratorias independiente del nivel socioeconómico o etnicidad de los residentes, debido a factores como la sobrepoblación y la falta de opciones adecuadas para peatones y ciclistas, indica un estudio de la Universidad de Colorado (CU) en Denver.
El estudio, presentado como el primero de su clase, se basó en datos de hospitalización de más de 18.000 personas en la zona metropolitana de Denver durante los últimos tres años, incluyendo pacientes de covid-19. Los investigadores concluyeron que “el ambiente de construcción del vecindario” incide en las tasas de hospitalización.
Específicamente, los barrios hispanos de Globeville-Elyria y Swansea, en el norte de Denver, y de Montebello y Green Valley Ranch, en la parte oriental, figuran entre las áreas “donde los residentes probablemente tendrán peores resultados de salud”.
A la vez, los vecindarios Washington Park, Congress Park y Hilltop, con mayoría de blancos no hispanos, son aquellos “con los mejores resultados de salud”, sin importar los ingresos o la etnicidad de quien allí reside.
Los autores identificaron cuatro factores asociados a la hospitalización: densidad y sobrepoblación, incluyendo vivir en edificios multifamiliares; riesgos ambientales como niveles de contaminación y proximidad a autopistas; servicios ambientales, incluyendo acceso a parques; y opciones de movilidad, como sendas adecuadas para caminar y usar bicicleta.
“Encontramos tasas mucho más altas de hospitalizaciones por covid-19 a lo largo de los corredores I-25 e I-70 y en las áreas industriales del norte de Denver”, indicó Jeremy Nemeth, profesor de la CU-Denver y coautor del estudio, en declaraciones difundidas por esa institución.
“Estas son las mismas áreas que han experimentado décadas de desinversión y una mayor contaminación del aire debido a las políticas racistas de uso de la tierra impuestas en nuestras ciudades a principios del siglo veinte”, agregó.
Para revertir el impacto de esas políticas públicas, “que aún afectan la vida diaria de muchas comunidades”, se necesita que los planificadores urbanos se enfoquen en “construir comunidades más sanas”, es decir con veredas y aceras adecuadas, sendas para bicicletas, y contaminación ambiental mínima.
Por su parte, Alessandro Rigolon, profesor asociado de la Universidad de Utah y autor principal del estudio, sostuvo que “desde una perspectiva de salud pública, estos hallazgos pueden ayudar a que las campañas de pruebas y vacunación se dirijan a áreas con mayor contaminación del aire o viviendas multifamiliares”.
En el caso de los vecindarios latinos, los investigadores hallaron que esas son las zonas del área metropolitana de Denver con la mayor concentración de material particulado en el aire y, como consecuencia, con el mayor índice de hospitalización por enfermedades respiratorias.
En ese contexto, los autores proponen que la futura planificación urbana de esos barrios siga los principios de justicia ambiental, dando prioridad a “inversiones para hacer que los vecindarios predominantemente latinos sean amigables para los peatones”.
El siguiente paso, dijeron los autores, será realizar un estudio en Salt Lake Valley, Utah, zona que tiene características “ambientales y de población” similares a Denver. Y luego las investigaciones se ampliarían a otras ciudades e incluirían otras enfermedades.
“Al prestar atención a las lecciones aprendidas de la covid-19, podemos ver beneficios ambientales y de salud pública que se extienden mucho más allá del control mejorado de futuras pandemias respiratorias”, concluye el reporte.