Los Ángeles (EE.UU.) (EFE) – LeBron James, cuyos sorprendentes Los Angeles Lakers están a solo dos triunfos de la final del Oeste, aseguró este sábado que, tras los cambios en la plantilla en febrero, estaba convencido de que su equipo podía llegar lejos.
«Sabía que podíamos jugar un buen baloncesto. Sabía eso. Sabía que mis compañeros juegan los unos para los otros, que juegan duro, que comparten el balón», afirmó en una rueda de prensa.
Los Lakers fundieron este sábado a los Golden State Warriors (127-97) y colocaron el 2-1 en este semifinal del Oeste con gran autoridad y una defensa muy seria.
LeBron, que no anotó en el primer cuarto, fue clave con 21 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias junto a Anthony Davis (25 puntos y 13 rebotes) y D’Angelo Russell (21 tantos).
El líder de los Lakers señaló que no intentar ningún tiro en el primer cuarto se debió al buen arranque de Russell y Davis en ese cuarto (entre ambos, 21 de los 23 puntos de su equipo) y a que no quería «forzar» el juego.
LeBron destacó también que los angelinos jugaron «muy bien» en la pintura y que crecieron a partir de la defensa y de «poner presión» a Golden State.
«Para alcanzar nuestro potencial tenemos que defender a un nivel alto», dijo al recordar una de las claves que ha subrayado una y otra vez en estas eliminatorias.
Por último, LeBron se mostró muy feliz por su hijo Bronny, que este sábado anunció que jugará en la NCAA para los Trojans de la Universidad de California del Sur (USC).
«Estoy orgulloso de él. Es increíble», apuntó LeBron, que, pese a que tiene 38 años y lleva dos décadas en la NBA, ha dicho en varias ocasiones que uno de sus sueños es compartir equipo en la NBA con su hijo.