Miami, EE.UU. (EFE) – El estado de Florida (EE.UU.) ejecutará este miércoles, mediante una inyección legal, a Darryl B. Barwick, de 56 años, por el asesinato de una joven de 24 años en 1986.
La Corte Suprema de Florida rechazó el viernes pasado una apelación en la que los abogados de Barwick alegaron que no debe ser ejecutado porque padece una enfermedad mental crónica y está discapacitado intelectualmente.
También han apelado a la Corte Suprema de EE.UU, que aún no se ha pronunciado.
Según se determinó en el juicio, el 31 de marzo de 1986 Barbwick vio a Rebecca Wendt tomando el sol en la piscina del complejo de apartamentos donde vivía en Panama City (noroeste de Florida).
Cuando Wendt regresó a su apartamento, Barwick la siguió al interior con la intención de robar y, como ella se resistió, la apuñaló hasta causarle la muerte.
Cuando fue detenido, confesó el asesinato, pero insistió en que solo entró al apartamento de Wendt para robar.
Con Barwick serán tres los condenados a muerte ejecutados en lo que va de año en Florida, donde no hubo ejecuciones entre el año 2020 y 2022.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, que ha promovido un cambio legal para que ya no sea necesario un veredicto unánime del jurado para condenar a muerte a una persona, firmó la orden de ejecución de Barwick a comienzos de abril.
Desde que en 1976 se restableció la pena de muerte en Florida han sido ejecutadas 101 personas. En el corredor de la muerte de este estado sureño hay 297 condenados, según cifras del Departamento de Correcciones (prisiones) estatal.
El 12 de abril pasado fue ejecutado Louis Bernard Gaskin, de 56 años, por un doble homicidio cometido en 1989, y el 23 de febrero Donald Dillbeck, de 59 años, condenado por dos asesinatos en primer grado, el primero cometido con arma de fuego en 1979, siendo menor de edad, y otro a puñaladas en 1990.
Como ocurrió antes de las ejecuciones de Dillbeck y Gaskin, la Conferencia de Obispos Católicos de Florida (FCCB) solicitó al gobernador DeSantis que suspenda la ejecución de Darryl Barwick y conmute su sentencia a cadena perpetua sin libertad condicional.
«El asesinato sancionado por el Estado solo continúa fomentando la falta de respeto por la dignidad y el carácter sagrado de la vida humana. Quitar otra vida es innecesario, ya que la sociedad puede mantenerse a salvo del señor Barwick mediante el castigo severo y apropiado de encarcelamiento de por vida», escribió en una carta dirigida el 26 de abril a DeSantis Michael Sheedy, director ejecutivo de FCCB.
Los católicos de Florida están llamados a reunirse para orar por Wendt y Barwick, de acuerdo con FCCB.