Hoy es Domingo de Resurrección, el día más importante para los cristianos en el planeta porque se celebra la vida y la razón de ser de la fé. Es la Pascua de Resurrección de Jesucristo, fecha principal del ciclo cristiano, pero en Puerto Rico la fiesta se ve manchada por la insistencia de políticos y religiosos que viven empeñados en dañar y burlarse del pueblo.
No es solamente menospreciar al pobre y hacerle daño al pueblo, sino también insultarlo en su dignidad más profunda. Mancillarlo. Darle golpes al pueblo cuando está abajo, en el piso. Esa es el mensaje que proyectaron en esa imagen nefasta en la que aparecen Pedro Pierluisi, Alejandro García Padilla, Otoniel Font y otros con los $32 millones que le consiguieron de FEMA para restablecer la iglesia Fuente de Agua Viva.
Son $32 millones para una iglesia no paga contribuciones en un país donde todavía hay sobre 3,000 personas que viven bajo toldos azules desde el huracán María. El que le regalen dinero a quienes no pagan taxes y no rinden cuentas, llora ante los ojos de Dios. Eso no es cristiano.
Tanta gente en nuestro país a la que FEMA les negó ayuda y que lo perdieron todo, sentirán rabia. Pero claro, no son políticos vestidos de religiosos. No tienen la mano de un Alejandro García Padilla que está en un maridaje impúdico con el PNP, ni tienen el apoyo de un gobernador Pedro Pierluisi, que al primer respiro se monta en un avión y se va de vacaciones.
Pero, el photo-oportunity es lo que vale. Todo es imagen en el espectáculo circense. Salir en la fotito haciendo el aguaje de que saben coger un pico y una pala, cuando es bien probable que jamás en su vida sepan lo que es trabajar y arar la tierra.
A los políticos no les importa nada de eso. Tampoco les importa que la gente no olvide el historial de la familia Font. Recordemos cómo el padre, Rodolfo Font, traía predicadores africanos a ungir a Pedro Rosselló González, mientras hacía y deshacía negocios con políticos o con artistas como Junno Faría e Iris Chacón. Yo jamás olvidaré verlo como se disfrazaba de los personajes de Star Trek con el pastor Ricky Rosado y otros pastores, y hacían programas en su canal de televisión burlándose de las monjas católicas o de los pobres, porque lo de ellos era la doctrina de la prosperidad. Dame dinero y tendrás dinero.
Font padre tuvo que salir del país después de un escandaloso divorcio, la contenciosa división de bienes gananciales incluidos el parque aquel de los dinosaurios llenos de polvo, y la pelea que tuvo con otros pastores por el control de Agua Viva Inc. Después sacó de Estados Unidos a su hijo Otoniel y lo mandó a la isla.
El hijo entonces llegó acá casi de la mano con otro Rosselló, Ricky, a repetir la historia como si fuera un decreto bíblico en Proverbios 30:10: “Hijo fuiste, padre serás”. O sea, a ambos les tocaba en ese momento mandar a sus huestes en Puerto Rico. Uno en el gobierno y el otro, en la iglesia. Uno, hijo del pastor vino a mandar, y al otro en el gobierno sus seguidores le decían el hijo del Mesías.
Tanto fue el maridaje entre esa iglesia y el gobierno que hasta le dieron por un peso la escuela Julia de Burgos en Carolina para montar allí una Christian School privatizada. Fue en esa propiedad del pueblo que Font y su esposa Omayra cometieron la aberración imberbe de pintarle por encima y dañar un mural histórico de José Antonio Torres Martinó. ¿Se acuerdan?
Lo último que supe fue que la sucesión de Torres Martinó demandó, pero el daño ya estaba hecho. ¿Qué habrá pasado con eso? Después de todo, la destrucción de la propiedad y el arte parece que quedaron impunes. Es la idea de que la cultura hay que reescribirla, borrar el pasado como si no hubiese ocurrido para suplantarlo por lo que brille y sea nuevo, aunque por dentro esté vacío y podrido. Es decir, lleno de corrupción.
Entonces llegamos a esta semana. Ahora se anuncia que la Misión Cristiana Fuente de Agua Viva recibió $7 millones de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia, en un adelanto de los $32.5 millones que les van a dar bajo el programa House of Worship de FEMA, que le dará fondos a otras organizaciones de fe. Iglesias y sinagogas en Estados Unidos demandaron para conseguir estos fondos de FEMA por los servicios que prestan.
Técnicamente una puede entender que las entidades religiosas hacen una labor social importante y atienden lo que el gobierno no hace. Muchas ocasiones sirven de refugio no solo espiritual sino físico. Muchos pastores, sacerdotes y otros líderes religiosos están todo el tiempo trabajando, calladitos, sin salir en televisión, ni publicarlo en las redes. Trabajan sin hacer alarde de las vidas que salvan y lo mucho que ayudan a quien más lo necesita.
Sé de muchos sacerdotes, monjas y pastores que tienen muchas necesidades porque todo lo que reciben es para su pueblo. Viven en absoluta precariedad porque hacen votos de pobreza o porque no reciben lo suficiente para vivir, y lo poco que les llega es darlo a los demás.
Esa no es Fuente de Agua Viva. Font, así como Wanda Rolón y otros predican otra doctrina donde la prosperidad y el dinero es el fundamento. Derecho tienen a hacerlo en una democracia, el problema es que ahora reciban fondos públicos sin pagar contribuciones y habiendo tanta necesidad en la gente.
Aparecen $32.5 millones para Font cuando aquí el Centro Médico se cae en cantos y la gente de Vieques y Culebra todavía están sin hospital a pesar de las promesas. ¿Por qué para ellos no hay respuestas rápidas? ¿Por qué no hay fotos de García Padilla y Pierluisi haciendo el aguaje con pico y pala en Vieques? Ah, por eso mismo, porque son viequenses y culebrenses. Para esos no hay “house of worship” ni fondos Fema, porque no son Font.
Los lobos vestidos de oveja abundan en Puerto Rico y tienen que rendir cuentas. Más allá de Pierluisi y García Padilla, dos de los principales arquitectos de este desfase son Omar Marrero y Manuel Laboy. Esos dos – Marrero y Laboy – tienen mucho que explicar porque se han tardado en dar el dinero a quien lo necesita, (incluyendo a los municipios), pero sale rapidito para contribuyentes, empresarios y ahora los religiosos.
Es prohibido olvidar el rol de Laboy y Marrero, que junto con los de FEMA han estado en esta jauja desde antes de María e Irma. Y no podemos olvidar que las primeras convicciones por corrupción con esos fondos fueron precisamente en los que mandaban en FEMA, así que santos tampoco son.
Ahora hay que prepararse, porque insisten en resucitar a los arquitectos de este desastre. La simbología religiosa no se nos escapa porque es demasiado obvia. Todavía no rinden cuentas, y ya al que los herejes llaman “hijo del Mesías” está dando aletazos. Regresó con libro y todo. A los periodistas nos espera mucho trabajo. Al pueblo, tiempos duros. Hay que orar.
Por Sandra Rodríguez Cotto
Sandra Rodriguez Cotto
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