Washington, EFE – La Casa Blanca condenó este miércoles «cualquier tipo de ataque» contra jueces y fiscales después de que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump fuera imputado en un juzgado de Nueva York por pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels.
En su rueda de prensa diaria, la portavoz del Ejecutivo estadounidense, Karine Jean-Pierre, rehusó, sin embargo, ofrecer más comentarios sobre la situación judicial del expresidente republicano porque, dijo, es «un caso que está en curso».
«Condenamos cualquier tipo de ataque contra cualquier juez como los que hemos visto en los últimos años», en particular desde que el presidente, Joe Biden, asumió el poder, dijo la portavoz.
Jean-Pierre insistió en que no podía hablar del caso de Trump, pero subrayó: «Es algo que definitivamente condenamos».
Asimismo, explicó que Biden no está enfocado en este asunto, sino que está «centrado en el pueblo estadounidense».
La portavoz de Biden había sido preguntada por las críticas de los republicanos contra el juez y el fiscal de Nueva York encargados del caso y por los reproches este miércoles del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Trump acudió el martes ante un juzgado de Nueva York donde fue acusado de 34 cargos de falsificación de delitos mercantiles en pagos irregulares para conseguir que la actriz porno Stormy Daniels guardara silencio sobre una relación sexual que tuvieron ambos.
Al regresar a Florida, el político republicano, primer expresidente de Estados Unidos imputado, calificó su enjuiciamiento de «caso infundado» y denunció una persecución política de cara a las elecciones de 2024 liderada por Biden, a quien llamó «lunático».
Además, Trump consideró que el fiscal de Manhattan Alvin Bragg, encargado de su acusación en el caso de Stormy Daniels, es «el único criminal».
«El único delito que cometí fue defender a EE.UU», señaló en su discurso del martes.
Este miércoles pidió además a los legisladores republicanos en el Congreso que reduzcan los fondos destinados al Departamento de Justicia y al FBI hasta que «entren en razón».
A los reproches se sumó este miércoles López Obrador, cercano a Trump, que opinó que la imputación del republicano está motivada por «propósitos políticos y electorales».