San Juan (EFE) – Vilmarie Rivera Sierra, a quien el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, descartó su nombramiento como la nueva procuradora de las mujeres, lamentó la decisión y admitió, que durante el proceso de evaluación, lo que recibió a cambio «fue violencia».
«Lo que recibí a cambio fue violencia, ataques infundados a mi dignidad como mujer y profesional», expresó Rivera Sierra en un comunicado de prensa.
Pierluisi retiró el jueves el nombramiento de Rivera Sierra, tras trascender que, más de dos meses después de la designación, ésta no contaba con los votos necesarios en el Senado.
Tras esto, Rivera Sierra dijo: «Hoy pierden las mujeres puertorriqueñas, porque una vez más se les ha limitado el contar con una persona que tenga el conocimiento, el compromiso y la experiencia para lograr cambios a los problemas que forman parte de sus duras realidades».
«Ese es el rol de una procuradora de las mujeres, que asumí como mi misión», agregó.
Rivera Sierra fue designada a principios de enero tras cinco meses en los que el cargo estuvo vacante, pese a estar en vigor un estado de emergencia por violencia de género en la isla.
«Lamento mucho que en el proceso legislativo de confirmación no se me haya permitido ejercer ese cargo, para el que estoy preparada por mi conocimiento, experiencia y requisitos del cargo», expresó.
Ante todo ello, Rivera Siera sostuvo que cayó «presa de la situación política e ideológica que vive nuestro país» y que no recibió «un trato digno ni una evaluación justa de mis conocimientos y experiencias profesionales ni sobre el plan de trabajo» que presentaría como la nueva procuradora de las mujeres.
«Acepté esta posición, porque tengo un genuino deseo de servir y pensaba que la Procuraduría sería la estructura adecuada para poder adelantar los derechos humanos de todas las mujeres de nuestro país», indicó.
«Yo fui transparente, presenté mis credenciales, presenté un buen plan de trabajo, contesté todas las preguntas relevantes que se me hicieron en las vistas públicas, sometí los documentos que se me solicitaron y estuve disponible para aclarar las dudas que surgieron en el proceso», añadió.
Sin embargo, aseguró que lo que recibió a cambio «fue violencia, ataques infundados a mi dignidad como mujer y profesional».
«Seguiré con mi compromiso inquebrantable de defender los derechos de todas las mujeres como lo he hecho por estos pasados 18 años», apuntó.