Por Luis Pérez Irizarry
Terapeuta ocupacional especialista en ortopedia
Colegio de Profesionales Terapia Ocupacional de Puerto Rico
San Juan – Muchos pacientes candidatos a un reemplazo de rodilla o cadera desconocen las recomendaciones que deben seguir tras una operación. Los cuidados posteriores a la cirugía son importantes para mejorar la autonomía y movilidad funcional del paciente. La terapia ocupacional prepara al paciente para que pueda realizar las actividades del diario vivir de manera independientemente y de manera segura.
El profesional de terapia ocupacional inicia el proceso con una evaluación completa que comprende la movilidad articular, la fuerza en las extremidades superiores, las respuestas del paciente en cuanto a las zonas posturales, balance, tolerancia de pie y tolerancia al realizar diferentes tareas. También se evalúan las destrezas sensoriomotoras para la ejecución de ciertos movimientos.
Se considera como el paciente realiza las tareas del diario vivir como higiene oral, tarea de baño, transferencia al inodoro, vestimenta de la parte superior del cuerpo, vestimenta de la parte inferior del cuerpo, colocarse medias y zapatos, así como la habilidad de poder agarrar objetos del suelo desde la posición de pie.
Una vez recopilada toda la información se diseña un plan de tratamiento tomando en consideración las necesidades individuales y los roles de cada paciente, como por ejemplo, si su meta es regresar a trabajar o como cuidador de algún familiar.
Las terapias ocupacionales enfocadas en la rehabilitación tras una prótesis de rodilla o cadera incluyen las recomendaciones para la realización de actividades del diario vivir como comer, higiene oral, bañarse y vestirse. Se trabaja en el manejo y las transferencias a equipos como, por ejemplo, la silla de ruedas, uso de andadores, bastón o muleta. Se educa sobre técnicas de protección articular y conservación de energía, así como evitar lesiones mientras reciben el tratamiento y cuando regresen al hogar.
Existen sesiones de terapia que se realizan en áreas de gimnasio para comenzar a trabajar las áreas de limitación que presente el paciente y un programa de ejercicios con pesas para que el paciente pueda continuarlo en el hogar. Dentro del proceso de rehabilitación se consideran actividades terapéuticas dirigidas a fortalecer las áreas afectadas de cada paciente como mejorar su balance estático o dinámico o aumentar su tolerancia de pie.
También trabaja la integración de las actividades del hogar como lavar ropa, preparación de alimentos y limpieza general del área de cocina de forma segura y confiable para que puedan continuar viviendo independientemente.
Recomendaciones tras una cirugía de cadera o rodilla
A continuación, se presentan las siguientes recomendaciones de cómo realizar diferentes movimientos y tareas tras una cirugía de rodilla o caderas:
Al caminar se recomienda el uso de calzado cerrado con suela de goma para reducir los deslizamientos. Estos pueden ser de velcro para facilitar colocáselos y removerlos.
Al salir de la cama se recomienda salir del lado no operado para permitir que la extremidad operada esté en contacto con la cama. Esto puede reducir el dolor y permite una transferencia más segura.
Al bañarse, utilice una silla de baño para reducir el riesgo de una caída, así como colocar barras de seguridad que sirvan de apoyo.
Al subir y bajar escaleras debe colocar primero la pierna sana. Luego colocar la pierna operada. Debe hacer uso de los bastones o muletas.
Evite cargar pesos y el transporte de objetos.
Es importante sentarse siempre en sillas altas, con asiento y respaldo rígido, y a poder ser con reposabrazos.
A través de la terapia ocupacional se educa y entrena al paciente sobre el uso correcto de equipos asistivos como lo son el alcanzador alargado, el bastón para vestimenta, el calzador, el colocador de las medias y el cepillo alargado. Estos equipos están diseñados para facilitar las tareas de vestimenta, aseo personal y agarrar objetos evitando que los pacientes tengan que agacharse y previniendo que se lastimen.