Mientras en Puerto Rico sólo hablaban de las fiestas de la Calle San Sebastián para que nadie piense en que privatizaron todo lo que quedaba de Energía Eléctrica mientras el gobernador Pierluisi anda por España, en el Caribe se gestan movimientos que deberíamos estar observando.
En Jamaica, isla que compite por el turismo con Puerto Ricio y que tiene un tamaño más o menos parecido, se habla de adelantar una independencia total, mientras que aquí lo que se busca es una mayor dependencia a los fondos federales.
En Jamaica quieren negociar tratados económicos en igualdad de condiciones con el Reino Unido, pero acá todavía esperan los chavitos del americano para empezar la reconstrucción después del huracán María que ocurrió hace cinco años. En Jamaica quieren enfocarse en los empresarios locales mientras que aquí se le regala Puerta de Tierra a los de la Ley 60. De hecho, la semana pasada aquí se perdieron miles de plátanos y hace unos meses escaseaba el huevo, lo que apunta también a los altos niveles de dependencia alimentaria porque más del 85% de lo que consumimos se produce afuera.
¿Cómo queda Puerto Rico en este entorno caribeño? ¿Nos damos cuenta de la competencia regional o es que seguimos más atentos al chisme del momento: primero Cosculluela, luego Bad Bunny, ¿después Shakira y ahora Don Omar? ¿Algún político o líder puertorriqueño le ha presentado al pueblo ideas o programas para mejorar nuestra posición en el Caribe o es que piensan que estamos en otra parte del planeta?
Estas dudas vienen cuando en Jamaica se discute una independencia total del Reino Unido mientras que en Puerto Rico nos aferramos cada día más a la colonia.
Aquí el gubernamental Partido Nuevo Progresista lleva meses hablando de más fondos para carreteras, $16,000 millones para salud, los fondos CDBG-R y de ir a cabildear para lograr paridad en todo. El liderato del Partido Popular Democrático les hace coro, porque la dependencia económica del pueblo es la espina dorsal de su oferta política. Los independentistas y los de Victoria Ciudadana a veces hablan de soberanía económica, pero o no lo explican lo suficiente, o no les hacen caso. Y el Proyecto Dignidad sólo se oye por oponerse al aborto y ahora a las vacunas. Así que back to square one. Nadie habla de lo obvio.
En estos días el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, anunció que su gobierno “avanzará con rapidez y prontitud hacia la transformación del país en una república”.
“Es hora de que Jamaica se convierta en una república. Para nosotros, el proceso no es simple, y lo sabemos desde que comenzamos este viaje, y nos estamos asegurando de marcar cada casilla a medida que avanzamos deliberadamente en ese sentido”, señaló Holness en The Observer.
Jamaica tiene un sistema de democracia parlamentaria bajo una monarquía constitucional. Es decir, logró su independencia en el 1962 pero se mantiene como parte de la Mancomunidad de Naciones del Reino Unido. Si se logra la meta de Holness, Jamaica sería la república más nueva de la región, uniéndose a Barbados, que se convirtió en república y destituyó al monarca británico como jefe de estado el 30 de noviembre de 2021.
Barbados también tenía su independencia desde el 1966, pero era parte del Commonwealth británico y tenía a la entonces reina Isabel II como su jefa de estado. Tenía una monarquía constitucional. Cincuenta y cinco años más tarde, el heredero de la reina Isabel que ahora es el rey Carlos de Inglaterra, entregó el poder a los barbadenses que lograron su soberanía total.
Desde el 1980 se han independizado 35 países en todo el mundo, pero sólo Belice (1981) en nuestra región. Después fue Barbados y ahora esto que plantea Jamaica.
¿Qué representa todo esto para Puerto Rico, considerando el entorno caribeño en el que estamos? Claro que rápidamente muchos dirán que el PBI en Puerto Rico es mayor, que al tener relación con los Estados Unidos no podemos compararnos con las demás islas en el Caribe, y que, si puerto Rico estuviera “tan mal” entonces, ¿por qué tantos haitianos y dominicanos arriesgan sus vidas para llegar hasta aquí?
No soy experta en estos temas ni pretendo serlo, pero el sentido común puede responder a esas interrogantes. La migración de haitianos y dominicanos hacia Puerto Rico, al igual que la que ocurre de Puerto Rico hacia Orlando o Texas o Nueva York, es motivada principalmente por la crisis económica. La gente sale de su país, abandona a su familia y se arriesga a ir a un sitio nuevo, donde quizás lo rechacen, por la desesperación y por que buscan una mejor calidad de vida.
Los puertorriqueños llevamos ya casi una década vaciando la isla precisamente por eso. Hay más boricuas en la diáspora que en la isla. Seis millones allá versus poco más de dos millones aquí. Buscan allá las oportunidades que aquí no consiguen porque aquí necesitas un padrino que te bautice o tienes que hacer campaña para algún político para conseguir un trabajito algo seguro. También se van porque buscan menos criminalidad, aunque eso va a depender de a dónde se vayan. Además de todo eso, muchos se van, aunque muchos enfrenten el discrimen y el tener que aprender otro idioma.
En el caso de emigración haitiana y dominicana, no podemos olvidar que ven a Puerto Rico como un punto intermedio para poder llegar a los Estados Unidos. Los dominicanos hacia Nueva York y los haitianos a Florida, entre otros.
Los haitianos están en una de las peores crisis en su historia. La violencia y las pandillas matan gente a mansalva y la desesperación ante el hambre es tal, que desde hace meses se pide una intervención a la ONU para frenar el caos. En el caso de los dominicanos, sí hay crecimiento económico en muchos renglones, pero para mucha gente todavía no los alcanza. Prefieren buscar en el exterior.
Pero hay un renglón que afecta a todos por igual y es el negocio del narcotráfico. La droga que viene del sur para venderse en el mercado de los Estados Unidos. En Jamaica, al igual que viene pasando en Haití y en la República Dominicana en las pasadas seis semanas se han reportado actos violentos cometidos por pandillas de jóvenes, casi todos vinculados al narcotráfico.
La semana pasada incautaron en Kingston un cargamento de cocaína valorado en $80 millones y hemos visto incautaciones parecidas en la República Dominicana y en Puerto Rico en semanas recientes. El trasiego de drogas en algo regional que nos afecta a todos en el Caribe, pero de eso, tampoco hablamos aquí.
Al final de cuentas, todas las islas del Caribe siguen de alguna forma u otra dominadas por los poderes externos de los que fueron sus conquistadores imperiales como Francia, Inglaterra o como lo fue España, y con el siglo 20, con los Estados Unidos con su política expansionista que controló económicamente todo el sur. La pregunta es, ¿admitimos que realmente todos somos colonias de los Estados Unidos?
Por Sandra D. Rodríguez
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