San Juan, Jorge J. Muñiz Ortiz / EFE – El legendario cantante puertorriqueño Tito Rodríguez (1923-1973), conocido por el emblemático tema «Inolvidable», es recordado este jueves, en sus 100 años de natalicio, como un visionario y colosal creativo de la música latinoamericana.
Y para resaltar la trayectoria musical de Rodríguez, los artistas puertorriqueños Danny Rivera y Humberto Ramírez conversaron con EFE y destacaron el balance musical del también intérprete de «Tiemblas», como percusionista, director de orquesta y cantante, influenciadas por la música cubana.
Rivera y Ramírez conocieron en persona a Pablo Rodríguez Lozada -nombre de pila de Rodríguez-, aunque el primero fue quien tuvo mayor aproximación cuando cantaba con la orquesta de César Concepción y el legendario cantante se presentaba como solista en un antiguo hotel en Puerto Rico.
«Parecía que caminaba por el aire»
«Lo vi con su traje, medias impecables, todo combinado, zapatos finos y su porte de un individuo clásico que hasta parecía que caminaba por el aire», recordó Rivera.
«Era un tipo muy especial. Nos llegamos a saludar. Yo era un muchacho mucho más joven y soñando con ser artista, aunque ya había alcanzado cantar con una de las orquestas más famosas de aquel entonces en Puerto Rico», continuó contando.
Ese encuentro de Rivera le «marcó para siempre», admitió, pues cuando Rodríguez empezó a tener éxito, «yo empecé a acercarme a su música, principalmente cuando empieza a cantar los famosos boleros y a pegar en Latinoamérica».
«Con su ‘Inolvidable’, Tito Rodríguez se transforma en un ‘crooner’ (cantante melódico) al estilo de Frank Sinatra», describió.
«Inolvidable», su tema triunfante
Fue en el año 1947 cuando Rodríguez decidió lanzarse como solista, y ya tras un par de décadas, siendo «la voz más imponente de América», según lo describe el periodista puertorriqueño Hiram Guadalupe en su libro «Historia de la salsa», grabó el disco «Inolvidable», que incluyó el tema homónimo.
Rodríguez logró «llenar un gran vacío que había en Puerto Rico para ese entonces», dijo Rivera, y se convierte «en una de las estrellas más importantes» en la isla como excelente músico por su sentido rítmico y gusto por su selección de temas y «codearse con los músicos más atrevidos del momento».
En su honor, Rivera también grabó un disco tributo a Rodríguez titulado «Inolvidable Tito: A mí me pasa lo mismo que a usted», que incluyó una versión de «Inolvidable» y recibió una nominación al premio Grammy por Mejor álbum pop latino.
Ramírez, por su parte, adelantó a EFE que su presentación de la próxima edición del «Puerto Rico Jazz Jam» se la dedicará a Rodríguez con su acto «Cien años del inolvidable», que incluirá canciones románticas, con el objetivo de seguir recordando a uno de los artistas más emblemáticos en Latinoamérica.
«Estamos hablando de una de las figuras más importantes a nivel de músico visionario como cantante e intérprete y que desarrolló su estilo propio», dijo.
Rodríguez impuso respeto y disciplina
Ramírez también resaltó de Rodríguez su respeto, profesionalismo y disciplina en su orquesta, «como ahora muy pocas veces se ve por su comportamiento en tarima y vestimenta», y porque además, «escogía buenos compositores y arreglistas, lo que le permitía un sonido único en la música que hizo».
Ramírez, a su vez, destacó a Rodríguez por la influencia cubana que adoptó y adaptó a su música, específicamente en el género de la salsa.
En esta misma línea, Rivera rememoró que en el tiempo en que Rodríguez «se codeó» buscando explotar su música entre Puerto Rico y Nueva York, primero como percusionista y luego como cantante, comenzó a imitar la voz del cubano Pacho Alonso (1928-1982).
«Tito es un hijo de las influencias de la música cubana, que para la década del 20, y ya en los 30, estaba ‘fogueándose’ (experimentándose) con su talento», dijo Rivera del quien también formó parte de las orquestas Cuarteto Caney, la orquesta de Xavier Cugar y Enric Madriguera, el Cuarteto Marcano, entre otros.
Rivera y Ramírez reconocieron además que la música de Rodríguez hay que mantenerla vigente, y que gracias a otros artistas como el salsero Gilberto Santa Rosa, quien vive en una antigua residencia del legendario cantante, le profesan respeto y admiración al famoso intérprete de «Inolvidable».