San Juan, EFE – Los 50 años de la muerte del pelotero puertorriqueño Roberto Clemente el 31 de diciembre serán recordados en un acto musical, deportivo y religioso en el área donde se desplomó el avión en el que viajaba y murió camino a ayudar a damnificados del trágico terremoto en Nicaragua de 1972.
«Abrazo Dorado en Sanación por Clemente 21» es el título de la actividad que se llevará a cabo específicamente en Punta Maldonado/La Pocita de Piñones en Loíza, según un afiche publicado en las redes sociales.
El acto, que se llevará a cabo entre las 9:30 a.m. y 11:30 a.m. insta a las personas a llevar flores, velas, artículos, telas, barriles, panderos y artículos de colección con la marca «Clemente21» para un altar ancestral que se erigirá en su memoria.
También recomiendan al público a acudir con vestimenta alusiva con la etiqueta #Clemente21.
Los organizadores de la cita aclaran además que es una actividad de pueblo y que no habrá discursos, «solo amor para nuestro héroe nacional».
Tras ello, se llevará a cabo una actividad por actos oficiales convocados por la Fundación Roberto Clemente.
El puertorriqueño murió el 31 de diciembre de 1972 en un accidente aéreo cuando transportaba ayuda humanitaria a los sobrevivientes de un terremoto de magnitud 6.2 en la escala abierta de Richter, que en la noche del 23 de diciembre de ese año, además de devastar Managua, dejó más de 10,000 muertos y unos 20,000 heridos, según datos oficiales.
El avión en el que viajaba el primer latinoamericano en conectar 3,000 imparables en las Grandes Ligas se precipitó en el océano Atlántico y su cuerpo jamás fue encontrado.
El terremoto de 1972, el mayor desastre en la historia de Nicaragua, dejó en ruinas una de las ciudades más modernas de Centroamérica en aquella época, con una arquitectura ecléctica que exponía edificaciones verticales que nunca más volvieron a erigirse en Managua por temor a este tipo de desastres.
Clemente, declarado recientemente héroe nacional, había participado pocos meses antes en el Mundial de Béisbol Nicaragua de 1972, como técnico de la selección nacional de Puerto Rico.