Washington, 5 nov (EFE) – El juicio contra Roger Stone, que fue uno de los asesores más cercanos del presidente de EE.UU., Donald Trump, arrancó este lunes en un tribunal federal que determinará si es culpable o no de los siete cargos que enfrenta derivados de la investigación sobre la llamada «trama rusa», que lideró el fiscal especial Robert Mueller.
El juicio contra Stone, que se prevé que dure dos semanas, empezó este martes con la selección del jurado y continuará mañana con los alegatos de apertura.
Estas son las claves para entender y dar contexto al proceso judicial contra uno de los estrategas políticos más controvertidos del panorama estadounidense:
ACUSADO DE SIETE CARGOS
Tras ser detenido por el FBI el pasado 25 de enero en Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.), Stone fue acusado de cinco delitos de declaración falsa, uno de obstrucción de procedimiento oficial y otro de manipulación de testigos, todos vinculados con la supuesta interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.
Según la fiscalía, el estratega republicano, de 67 años, actuó como enlace entre la campaña de Trump y WikiLeaks, que difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran «perjudiciales» para la campaña de la candidata presidencial de ese partido, Hillary Clinton.
No obstante, poco después quedó en libertad bajo fianza de 250.000 dólares.
SUPUESTOS LAZOS CON WIKILEAKS
El equipo de Mueller aseguró en febrero de este año que tenían evidencia de que Stone se comunicó con la plataforma WikiLeaks durante el ataque ruso a los demócratas, cuando el Kremlin «obtuvo y ejecutó docenas de órdenes de allanamiento en varias cuentas utilizadas para facilitar la transferencia de documentos robados para su liberación, así como para discutir el momento y la promoción de su liberación».
«Varias de esas órdenes de allanamiento se ejecutaron en cuentas que contenían las comunicaciones de Stone con Guccifer 2.0 y con la Organización 1», que es WikiLeaks, de acuerdo al documento judicial.
LEALTAD A TRUMP
«No importa cuánta presión me pongan, no importa lo que digan, no daré un falso testimonio contra Donald Trump. No haré lo que (el exabogado de Trump) Michael Cohen ha hecho ni inventaré mentiras para aliviar la presión sobre mí», dijo Stone después de ser puesto en libertad por la Justicia estadounidense.
Stone, que colaboró hasta agosto de 2015 con la campaña electoral de Trump y después mantuvo contacto regular con él y públicamente apoyó al hoy presidente, no ha cambiado desde entonces su postura, aunque se ha mostrado abierto a colaborar con la investigación.
Algunos expertos consideran que esta presunta lealtad al mandatario está estrechamente ligada a la posibilidad de que Trump le otorgue un perdón presidencial en caso de ser declarado culpable, para evitar así el cumplimiento de la condena.
DEFIENDE SU INOCENCIA
Días después de ser arrestado, Stone se declaró inocente de todos los cargos en su contra ante una corte federal en Washington D.C.
El asesor republicano defiende que las acusaciones que pesan sobre él «son falsas» y considera que ninguna de sus acciones constituye una «actividad ilegal», ya que, según él, solo ha ejercido sus derechos contemplados en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense que, entre otras garantías, contempla la libertad de expresión y asociación.
DEVOCIÓN POR NIXON
Stone, el personaje más extravagante de la «trama rusa», es un ferviente admirador del expresidente de EE.UU. Richard Nixon (1969-1974) y tiene un tatuaje de su rostro sonriente en la espalda.
«La razón por la que soy un gran seguidor de Nixon es por su indestructibilidad y resistencia. Él nunca renunció», dijo en una entrevista con la revista The New Yorker en 2008.
Nixon renunció a la Presidencia de EE.UU. en 1974 después de destaparse el escándalo del caso Watergate a raíz del robo de documentos de la sede del Comité Nacional del Partido Demócrata de EE.UU. y el posterior intento de su Gobierno de encubrir a los responsables.