San Juan (EFE) – La Fiscalía Federal y el Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) advirtieron este miércoles a la ciudadanía sobre las serias consecuencias de emitir amenazas falsas, tras las recientes alertas de tiroteos contra escuelas de Puerto Rico.
«Hacer una amenaza contra la seguridad de una persona o una organización a través de las redes sociales, por mensaje de texto o por correo electrónico, es un delito federal por constituir una amenaza mediante comunicaciones interestatales», informó el fiscal federal para el Distrito de Puerto Rico, W. Stephen Muldrow.
El fiscal puso de relieve en un comunicado que «aquellos que publiquen o envíen dichas amenazas pueden recibir hasta cinco años en una prisión federal o pueden enfrentar cargos ante los tribunales en Puerto Rico».
Muldrow añadió que «un comentario imprudente e impetuoso en las redes sociales puede resultar en que los jóvenes comiencen su vida adulta en prisión y que lleguen a ser etiquetados como delincuentes por el resto de sus días».
«Es necesario educarlos para evitar tan nefastas consecuencias», agregó.
Por su parte, el agente especial de San Juan del FBI, Joseph González, dijo que su agencia seguirá cada pista y llegará hasta el final de cada uno de estos eventos de amenazas.
«Cuando se trata de amenazas a escuelas y otros lugares públicos, nuestra postura es de tratar toda amenaza como si fuese creíble para garantizar la seguridad del público», explicó.
También advirtió a aquellos que estén realizando estas amenazas que, aunque no hubiera intención de cometer un delito, «una amenaza de esta naturaleza no es una broma sino un crimen federal».
Las autoridades desalojaron el lunes pasado dos escuelas en San Juan después de que unos estudiantes amenazaran mediante mensajes de WhatsApp con tirotear esas instalaciones.
También evacuaron ayer el recinto universitario de Mayagüez (oeste) ante una amenaza de un artefacto explosivo en el lugar, que finalmente estaba limpio, y una escuela en Ponce (sur) por una alerta falsa.
Al contrario que en Estados Unidos, en Puerto Rico no son comunes las amenazas contra escuelas y universidades y, mucho menos, los ataques o tiroteos masivos en estos recintos.