Valencia (España) (EFE) – La presión pesquera, la destrucción de sus hábitats naturales y la crisis climática son, de acuerdo con los especialistas, los principales responsables de que un tercio de las más de 1,500 especies conocidas de tiburones puedan extinguirse en los próximos años.
Más de 400 expertos internacionales debaten en Valencia cómo «frenar la extinción masiva» de tiburones, rayas y quimeras, los vertebrados más amenazados del planeta sólo por detrás de los anfibios, en el Congreso Internacional de Tiburones, el más importante de la materia.
El congreso, inaugurado hoy y que se extenderá hasta el sábado, se celebra por primera vez en Europa en el Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, tras las anteriores ediciones en Australia, Suráfrica y Brasil.
Esta extinción masiva supondría la pérdida de pesquerías comerciales y la degradación de ecosistemas, como los arrecifes de corales.
El objetivo del congreso es «crear una comunidad cohesionada» para llamar la atención sobre este problema y coordinar «una presión política para modificar las leyes, pues hay muy buenos comunicadores y muy buenos investigadores, pero necesitamos que estén todos trabajando juntos», ha explicado a EFE uno de sus organizadores, Pablo García-Salinas.
La elección de Valencia para este foro se debe a que esta ciudad «tiene mucha vida mediterránea», ya que es uno de los puntos «con mayor biodiversidad de especies de rayas y tiburones del mundo» y, además, en su litoral se puede encontrar algunas de las amenazas que afrontan estas especies, empezando por la sobrepesca.
Según García-Salinas, el Mediterráneo es un «mar difícil» para la conservación de la biodiversidad porque «es pequeño y lleva siendo explotado desde hace muchísimo tiempo» desde el punto de vista económico, una actividad en la que «destaca España, porque es el motor de la UE en sobrepesca y el principal exportador de productos derivados de tiburón».
De hecho, estos animales son objeto de la pesca debido a que «se aprovecha todo: su carne es barata, con su piel se hace cuero, de sus cartílagos se extrae colágeno para suplementos alimenticios, sus huesos son adornos para joyería y es la base de piensos de ganado y mascotas», ha resumido.
Entre los ponentes que están participando en este congreso, destacan Sarah Fowler, autora de ‘Guía de campo de los tiburones del mundo’, uno de los textos sobre escualos de mayor impacto a nivel internacional; Ali Hood, miembro de Shark Trust y experta en ‘lobby’ en las votaciones pesqueras de la Unión Europea; David Shiffman, escritor y divulgador científico sobre el tema en redes sociales o Britt Finucci, investigadora que contará el efecto de la pesca en estas especies en Nueza Zelanda y Australia.
También hay presencia de expertos españoles, como el caso de David Jiménez, doctor en ciencias del Mar y especialista en el impacto de la pesca recreativa, que detallará su proyecto para la protección del tiburón angelote en la islas Canarias, consideradas como el último gran refugio de esta especie en concreto.
Jiménez también participa como director del proyecto Rays of Paradise, orientado hacia la conservación de las mantelinas, un tipo de rayas en peligro de extinción en aguas mediterráneas.