Roma (EFE) – Decenas de personas se congregaron este lunes en el centro de Roma para protestar contra el aumento de los precios de la energía, quemando sus facturas de la luz y del gas delante de la sede del banco público Cassa Depositi e Prestiti (CDP).
La protesta, que se replicó en las principales ciudades del país, ha sido organizada por el sindicato USB bajo el lema «Ladrones de Estado, devolved lo que habéis robado».
«La CDP es la accionista mayoritaria de todas las empresas nacionales que suministran energía, como Snam, Italgas o Eni, por lo que tiene una responsabilidad importante en todo lo que está ocurriendo», denunció el secretario de USB, Pierpaolo Leonardo.
El sindicalista achacó la escalada de los precios energéticos a la especulación y arremetió contra el Gobierno por no «redistribuir» los beneficios extras logrados por las compañías, que cifró en más de 40,000 millones de euros.
Su compañero, Paolo Sabatini, aseguró que «las familias italianas no pueden más» ya que las facturas que reciben «han aumentado terroríficamente mientras los sueldos permanecen congelados desde 1992 o 1993» por lo que exigió «incrementos salariales» para paliar esta situación.
La mayor asociación de consumidores de Italia, Codacons, ha advertido de que partir de octubre se corre el riesgo de que se «dupliquen las facturas» del gas y de que se produzca un aumento inaudito de los costes de la electricidad, ya que el precio medio nacional único alcanza los 300 euros por megavatio hora para un gasto anual que aumentará un 178% en dos años».
Codacons asegura que según un estudio de Instituto de Investigación Medioambiental y Formación del Consumidor (IRCAF) «si se suman las facturas de gas y energía de 2022, el coste anual de la familia tipo es de 3,454.5 euros».