Por Miguel Díaz Román
Especial para EyBoricua.com
San Juan, 1 de septiembre – La Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) no descarta impugnar en los tribunales la orden administrativa de la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL) que dio luz verde a las plantas procesadoras para aumentar el precio en la leche a partir de hoy debido a que no se consideró el efecto del alza en costos del sector detallista.
El vicepresidente ejecutivo de MIDA, licenciado Manuel Reyes Alfonso, sostuvo que la ORIL no ajustó la porción del precio de la leche que corresponde a los detallistas, a pesar de que ese sector ha enfrentado incrementos constatables en gastos operacionales, nómina y energía eléctrica. Indicó que en la nueva orden administrativa la ORIL mantuvo inalterada la porción de 10 centavos por cuartillo que han recibido los detallistas por los pasados 15 años.
“No queremos controvertir, pero esto es una arbitrariedad. Los 10 centavos no dan para pagar los gastos. Y no se consultó con MIDA y no se tomó en consideración el alza en costos del detallista”, indicó Reyes Alonso.
“No descartamos ir a los tribunales”, agregó el ejecutivo.
El nuevo aumento avalado por la ORIL incluye a la leche fresca y las distintas leches UHT “especializadas” que se mercadean sin lactosa, fortificadas con proteína o con sabor a fruta.
Sin condiciones para negociar
En unas recientes expresiones el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, sostuvo que la nueva orden administrativa pretendía que el comerciante negociara su precio, pero Reyes Alonso rechazó la posición del funcionario.
“No existen las condiciones para ello (negociar) al haber mantenido congelada la ganancia del detallista en 10 centavos por 15 años. Si lo miramos porcentualmente en realidad lo que ha ocurrido es una reducción continua de la ganancia del detallista”, indicó.
La orden administrativa decretó un precio mínimo para distintos envases desde el cual las dos plantas procesadoras, Suiza Dairy y Tres Monjitas, fijaron los nuevos precios.
Básicamente ambas empresas elevaron sus precios en 15 centavos por cuartillo. Por ejemplo, para el envase de 32 onzas el precio sugerido será $1.99 y el aumento es de 15 centavos; en el envase de 64 onzas el precio sugerido es $3.97 y el alza asciende a 30 centavos, mientras que en el envase de 120 onzas el precio sugerido es $6.97 y el aumento es de ocho centavos.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Comercio al Detal, Iván Báez, catalogó de “discriminatorio e injusto” que los detallistas no fueran tomados en consideración en la decisión de la ORIL. “Los detallistas en la Isla quedan en desventaja, ya que no se proveyó en dicha orden el espacio para ajustar sus márgenes de ganancia”, expresó Báez.
El presidente del Centro Unido de Detallistas, Jesús Vázquez Rivera, también denunció que la ORIL no tomara en consideración al sector detallista. “Ellos (la ORIL) nunca le han preguntado al detallista si lo que reciben es suficiente. Toman las decisiones sin consultar, siempre ha sido así”, dijo Vázquez Rivera.
No hubo acuerdo
Sobre el hecho de que los aumentos de Suiza Dairy y Tres Monjitas son similares, las empresas negaron que respondiera a un acuerdo.
“No hubo acuerdo”, sostuvo Suiza Dairy en expresiones escritas.
Loraine Vissepó, portavoz de Tres Monjitas, indicó que “acordar precios es ilegal. Tres Monjitas hizo su análisis y tomó sus determinaciones basadas en su realidad económica y la realidad del mercado y así se le comunicó a los detallistas el mismo día que se recibió la orden”.
Por su parte, el ex administrador de la ORIL, licenciado Edmundo Rosaly, sostuvo que la decisión tomada por la agencia reguladora de establecer un precio mínimo y dejar que las plantas procesadoras establecieran el precio de los productos es ilegal.
“La ley de la ORIL indica que el precio se establece luego de hacer un estudio exhaustivo. Yo entiendo que el secretario González Beiró y el administrador de la ORIL, Javier Lugo Rullán, deben renunciar porque no entienden la industria lechera. Esta decisión es una renuncia al deber ministerial de la ORIL y eso va reducir el consumo de leche y los consumidores van a emigrar a otros productos esto va a afectar al sector ganadero”, dijo Rosaly.
Señaló que en el presente cuatrienio la ORIL ha aprobado sin estudios económicos tres aumentos de precios a la leche, uno de los cuales beneficia a los ganaderos y dos a las plantas procesadoras.
Advierten colapso agrícola
Rosaly dijo que esos tres aumentos han incrementado el precio del producto hasta el extremo de afectar el consumo. Advirtió que, si la industria lechera colapsa, también colapsarán otros sectores debido a que esa industria, especialmente el sector ganadero, es el centro de la actividad agrícola del país por la gran cantidad de granos y de otros productos que consume.
“En el 2015 habían 295 vaquerías y ahora quedan 220. En seis años han desaparecido 75 vaquerías y eso te dice que está industria está desapareciendo. En 10 años no quedará nada y las plantas importarán leche”, sentenció Rosaly.
El secretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega, dijo que la desreglamentación del precio máximo de la leche ordenada por la ORIL es ilegal porque coloca a las plantas procesadoras en una atmósfera de competencia voraz. Sostuvo que la Ley para Reglamentar la Industria Lechera o Ley 34 de 1957, que es la ley matriz de la ORIL, precisamente pretendía evitar la competencia desleal y agresiva, que siempre termina afectando al ganadero.
Repudian “experimento” de la ORIL
“La ley 34 busca regular un mercado para que cada sector tenga una ganancia adecuada y no compitan entre sí, y no bajen los precios que se le paga al ganadero como ocurría antes, donde las plantas se mataban entre ellos y siempre el ganadero salía perjudicado”, dijo Flores Ortega.
Señaló que los señalamientos del González Beiró sobre que la desreglamentación del precio máximo es un “experimento” de la ORIL, es una crasa violación a la ley 34, porque la función de la agencia reguladora es evaluar todos los sectores y determinar cuál es la ganancia adecuada de cada sector luego de una estudio económico.
Indicó que tras desreglamentar el precio máximo, González Beiró criticó a las plantas por establecer un precio de 15 centavos porque era muy alto e insinuó que ambas empresas fijaron el precio en acuerdo.
“Esas declaraciones indican que el secretario ve a las plantas como enemigos y no como integrantes de una industria regulada. Esa idea coincide con una fuerza extraña que yo identifiqué cuando era secretario que favorece a un sector de los ganaderos y está en contra de las plantas. Esa fuerza llegó a tener influencia en la Fortaleza en ese tiempo y ahora creo que para algo igual. Esa fuerza es perjudicial para los intereses de toda la industria lechera”, indicó el ex secretario.
El ganadero Alberto Toledo expresó preocupación sobre el desempeño de las plantas procesadoras en satisfacer con efectividad el mercado y recordó que una reducción del consumo afectará a los ganaderos.
“Yo espero que las plantas y Suiza sobre todo, lleven la leche a toda la isla. Porque si baja el consumo quien pierde es el ganadero. Y aumentarán los decomisos pierden los ganaderos”, dijo Toledo.