Miami, 23 de junio (EFE) – Un año después del derrumbe parcial de un edificio de apartamentos en Surfside (Florida, EE.UU.), en el que murieron 98 personas, todavía quedan muchas heridas por cerrar, multimillonarias indemnizaciones y años de trabajo para resolver la gran duda: ¿Qué causó la tragedia?
Dos de las 98 víctimas mortales, muchas de ellas de origen latinoamericano, eran Miguel Pazos, de 56 años, y su hija, Michelle, de 25.
Carlos Pazos, abuelo de la familia, se enteró de la «desgracia» ocurrida en el edificio de 12 plantas de esta ciudad aledaña a Miami Beach en La Habana, donde vive y desde donde no ha podido viajar a EE.UU. para despedirse de su hijo y su nieta.
«Nunca nadie pudo imaginarse un final así para ellos”, lamenta en declaraciones a EFE desde La Habana sobre la muerte de su hijo, un «hombre que le dio la vuelta al mundo» y que aquella noche estaba en el edificio Champlain de Surfside con su hija, de visita desde Canadá, donde vivía con su madre y su hermano.
Un año después del desplome del edificio, el que fuera el copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) quiere respuestas.
«¿Cuáles fueron los motivos, las causas reales? Y sobre eso hay un silencio raro y, por supuesto, muy desagradable para los familiares de las víctimas, sobre todo ahora, ya que no hay remedio desde el punto de vista de sus vidas, pero sí para uno mismo», dijo el médico cubano.
Sin respuestas
Como él, muchos familiares y víctimas del derrumbe piden explicaciones a las autoridades, aunque las respuestas tardarán en llegar.
Así lo explicó a EFE la codirectora de las investigaciones que realiza el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), Judith Mitrani-Reiser, que estuvo dos meses trabajando de sol a sol en los restos del edificio, que fue demolido en su totalidad semanas después de su derrumbe parcial.
Esta experta, llegada a Miami desde Cuba cuando era una niña, entiende la impaciencia de los familiares, pero explica que la de Surfside es una de las investigaciones «más difíciles y complejas» que hayan enfrentado.
«Lo que es particularmente inusual y desafiante es la edad de la estructura cuando se derrumbó y el hecho de que no hay un evento inicial claro (que provocase el derrumbe), incluso después de un año de investigaciones», explica la investigadora de una agencia federal que ha trabajado en desastres como el de los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.
Mientras mantienen todavía «más de dos docenas de hipótesis» de lo ocurrido, este verano iniciarán la segunda parte de las pesquisas, en las que someterán los restos del edificio recolectados a pruebas físicas y químicas. Pero explica que «no existe un evento iniciador claro de por qué la estructura se mantuvo en pie y luego colapsó parcialmente después de 40 años».
Mitrani-Reiser, codirectora de la investigación junto con Glenn Bell, indicó que la fase «más intensa» de la investigación concluirá a fines de septiembre de 2023 y el informe final y las recomendaciones de NIST se darán a conocer un año más tarde.
Indemnizaciones multimillonarias
Carlos, de 85 años, dice que lo único que quiere ya en la vida es que EE.UU. le dé un visado para poder viajar a Miami para pasar unos días con sus hijos y nietos e ir donde Miguel y Michelle fallecieron y al lugar donde reposan sus cenizas.
Eso, nada más. Nada de las multimillonarias indemnizaciones que se han aprobado ya para las víctimas: «Eso, que se lo den a mi nieto. Yo lo único que quiero es obtener una visa».
Las familias de las víctimas del edificio alcanzaron ya un acuerdo con las aseguradoras por 997 millones de dólares para cerrar uno de los temas judiciales pendientes, como las demandas por homicidio culposo que todavía siguen su proceso.
El Champlain Towers South, construido en 1981, estaba en medio de un proceso conocido como «recertificación», que consiste en una revisión de las estructuras y las instalaciones de electricidad requerida por ley para las edificaciones de más de 40 años.
Homenajes
Por falta de visado, Carlos Pazos no podrá estar este viernes junto al resto de familiares en el lugar de la tragedia para honrar la memoria de las víctimas del colapso parcial del edificio de 12 pisos.
El primer acto público será a la 1:22 de la madrugada del viernes (5.22 GMT), hora en la que un año antes se derrumbó el edificio. En ese momento prenderán una antorcha conmemorativa que permanecerá encendida tres semanas, las mismas que se demoraron las autoridades en recuperar el cadáver de la última víctima mortal.
Al día siguiente, se realizará el homenaje oficial a las víctimas, acto al que asistirá la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y en el que está previsto que intervengan familiares, personal del equipo de rescate y autoridades locales.