Por Miguel Díaz Román
Especial para EyBoricua.com
San Juan, (18 de mayo de 2022) – Un embarque de café importado que los catadores del gobierno habían descartado porque se encontraba en estado excesivamente fermentado, hasta el punto que fue catalogado de “café abombao”, ha sido autorizado para la venta a los torrefactores locales a través del programa de compra venta de café de la Administración para el Desarrollo de Empresas Agropecuarias (Adea).
La decisión se tomó en los pasados días, en momentos cuando existe una escasez de café importado el cual es imprescindible para los torrefactores de café, debido a que la cosecha local del grano no es suficiente para satisfacer el consumo.
Fuentes de este medio indicaron que unos 924 quintales de café fermentado, el cual fue descartado en un informe sometido por los catadores del programa de compra venta de café de Adea, fue autorizado para la venta por el subsecretario de Agricultura, Jorge Campos.
Campos no respondió a las peticiones de EyBoricua.com para que ofreciera su reacción. Tampoco respondió el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró. Yohana Rivera, directora del programa de compra venta de café de Adea, se negó a responder a la preguntas de este medio.
“El consumidor no estará recibiendo la calidad acostumbrada por la incompetencia de un funcionario público que, por sus errores durante la subasta, atrasó la entrega de café a Puerto Rico y tuvo que hacer compras de emergencia fuera de subasta. Ahora lo oculta vendiendo café dañado para que no digan que no había café disponible. Es como vender carne podrida en un supermercado y ocultarla al consumidor”, sostuvo el ex secretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega.
La recomendación de los catadores de Adea, quienes son agrónomos permanentes de la agencia con adiestramientos y certificaciones del Especialty Coffee Association, fue devolver el café a las empresas donde fue adquirido el grano en México.
El gobierno de Puerto Rico a través del Departamento de Agricultura, está autorizado por el gobierno federal a imponer un arancel al café importado con el fin de proteger la industria cafetalera local. El arancel es cobrado por el Servicio Federal de Aduanas, entidad que luego devuelve el dinero al gobierno local.
Además, el gobierno local puede importar café sin pagar el arancel, lo que le permite obtener jugosas ganancias en la reventa del café importado a los torrefactores. La demanda de café en el país asciende a 240,000 quintales anuales aproximadamente, mientras que la cosecha de los caficultores locales no supera los 40,000 quintales, lo que implica que se importan cerca de 200,000 quintales al año.
Café “abombao” es adquirido por torrefactores
Debido a la escasez de café importado, los pequeños torrefactores han comenzado a comprar el café “abombao” para que sus marcas de café mantengan presencia en las góndolas. El café importado se mezcla con el café local en una variedad de fórmulas que han logrado capturar el respaldo de los consumidores.
A pesar de que septiembre del 2021 se publicó un edicto para la subasta de café importado que realiza el programa de compra venta de café de Adea, la subasta enfrentó retrasos lo que causó escasez del grano en el almacén de Adea, ubicado en el barrio Yahuecas de Adjuntas.
De hecho, en los pasados días llegó un nuevo embarque de café importado de la República Dominicana. La transacción se realizó por medio de una compra de emergencia.
Debido a la escasez de café importado, el gobierno tuvo que efectuar compras de emergencia fuera de la subasta para satisfacer la necesidad de café que tienen los torrefactores locales. Se espera que en los próximos días arribe otro embarque de café procedente de México.