México (EFE) – La comunidad binacional de El Paso (Texas, EEUU) y Ciudad Juárez (Chihuahua, México), brindaron este miércoles por la noche un emotivo homenaje a las víctimas del tiroteo del 3 de agosto en el que murieron 22 personas, entre ellas ocho mexicanos.
Con el lema «El Paso Strong», como bandera, la comunidad de ambos países recordó a las víctimas en un memorial en el estadio de béisbol Southwest, casa del equipo de béisbol El Paso Chihuahuas.
En ese nombre está representado México porque Chihuahua es además un estado que colinda con la ciudad estadounidense de El Paso, Texas.
Paul Foster, un millonario texano, casado con la juarense Alejandra De la Vega, es el propietario del estadio Southwest en el que esta noche los discursos fueron más en español que inglés.
A unos diez minutos caminando del Puente Internacional Paso del Norte-Santa Fe, por el que se cruza a la Mexicana Ciudad todos los invitados, menos el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, se dirigieron a un público en su mayoría mexico-estadounidense, en español.
Unos como el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, y Armando Cabada, el alcalde de Ciudad Juarez, hablaron todo su discurso en su idioma.
«Habrá algunas personas que digan que murieron por las balas que disparó un supremacísta blanco, yo pienso que el verdadero asesino fue el odio y la ignorancia, en estos momentos en los que hemos visto a cara a cara el peor rostro del racismo, es cuando mas unidos debemos de estar, para evitar que en el futuro esos hechos se repitan», afirmó Cabada, alcalde de una Juárez, que perdió a cinco ciudadanos de los ocho mexicanos que fallecieron en el ataque.
La mexico-estadounidense Sara Gómez acudio desde Anthony, en el estado de Nuevo México, con su pequeña Aldonza, de 11 meses y otro bebé que lleva en sus entrañas.
«Necesitaba venir, sentir paz y decir a las familias que todos somos una gran familia», dijo a Efe Gomez, de 30 años, que descubrió el nombre de su hija en una telenovela mexicana.
Hace casi dos semanas, el 3 de agosto, el joven supremacista blanco Patrick Crusius asesinó a 22 personas e hirió a otras 24 en una tienda Walmart de Cielo Vista, uno de los centro comerciales más visitados por mexicanos.
A la ceremonia, el subsecretario para América del Norte de la Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Jose Antonio Seade Kuri, acudió en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Son tiempos de duelo para todos, pero también de levantar la cara y dar un paso al frente, unidos sin divisiones de color, raza o cultura, para decir que nos merecemos un mundo de oportunidad y respeto», apuntó el funcionario.
La ceremonia, que comenzó con el himno de Estados Unidos, finalizó con un mariachi que en la voz de una joven cantaba Amor Eterno, la canción del «Divo de Juárez», como llamaban al célebre cantante mexicano Juan Gabriel.
El viento sopló con furia, unas gotas de lluvia se escaparon a la calurosa noche y familias enteras comenzaron a salir del estadio donde hoy vinieron a honrar a las personas que fueron asesinadas por ser de origen mexicano.
El Gobierno de México evalúa, a través de la Fiscalía General de la República (FGR), interponer una denuncia por terrorismo y pedir la extradición de Patrick Crusius, el joven estadounidense que asesinó a 22 personas, 8 de ellas mexicanas, en un centro comercial de El Paso.
El tiroteo estuvo motivado, según las autoridades, por una ideología supremacista blanca, ya que identificó un Walmart de la ciudad fronteriza con México con el objetivo de matar al máximo de mexicanos posibles.
Tras la matanza, el Gobierno de México solicitó al Gobierno de Estados Unidos toda la información sobre el tiroteo con el fin de determinar si hay otras personas u organizaciones que busquen dañar a mexicanos en ese país.