Por Dr. Héctor Tavárez y Dra. Martha Quiñones Domínguez
San Juan (21 de marzo de 2022) – Ante la crisis que enfrentamos de la basura y el cierre de vertederos, la alternativa que planteamos es el reciclaje. Sin embargo, en Puerto Rico se recicla tan sólo un 11.3% (datos 2014) de los desperdicios sólidos.
Este porcentaje es muy inferior a lo establecido por la legislación local vigente que lucha contra la proliferación de basura en la isla, la cual estipula que éste debe alcanzar el 35% que se fijó en la Ley para la Reducción y el Reciclaje de Desperdicios Sólidos.
Ante este problema ambiental, la alternativa es una que envuelve recuperar y reutilizar para volver a crear otros productos a la vez que genera empleos y empresas, la economía circular. La economía circular que implica compartir, alquilar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos todas las veces posibles para crear un valor añadido, es una alternativa económica y ambientalmente viable para el manejo efectivo de los residuos sólidos.
Tradicionalmente, el sistema en el que producimos hace referencia a una economía lineal donde hay extracción de recursos, producción y consumo de productos, y eliminación de productos que se convierten en desperdicios. Por lo tanto, la economía lineal contribuye al aumento de desperdicios y contaminantes en vertederos tanto legales como clandestinos.
La economía circular tiene un enfoque de reducir la extracción de recursos, de volver a utilizar los residuos (basura), revolucionando la forma en que diseñamos, producimos y consumimos, manteniendo los productos y materiales en uso y disminuyendo los desperdicios. Esta nueva visión permite estimular el crecimiento económico, proteger el ambiente y generar empleos.
Entender el problema que se genera con los desperdicios en una isla como Puerto Rico es fundamental para buscar soluciones. La economía lineal y el exceso de desperdicios que genera conlleva el problema de degradación ambiental y conflictos sociales por medio de, entre otras cosas, la contaminación del agua y suelo, reducción de la calidad del aire, criaderos no planificados de animales como los mosquitos y roedores, y pérdida de calidad de vida de los residentes cercanos a los vertederos.
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) en su último estudio de la caracterización de la composición de los residuos sólidos en Puerto Rico (2003) señala que el: 22% son material vegetativo, 17% son escombros de construcción y demolición, 13% son material orgánico, 10% son metales, 9% son cartón, 10% son papel, 10% son plásticos, 2% son vidrio, 6% son otros no definidos y 1% desperdicios domésticos peligrosos.
¿Existen alternativas para reducir el impacto negativo de la economía lineal? ¿Qué podemos hacer para reducir la degradación ambiental? ¿Pueden las empresas beneficiarse de la economía circular en Puerto Rico? ¿Cuáles son los pasos y acciones que se deben tomar para ir en dirección a la economía circular en Puerto Rico?
Sí, existen alternativas, la economía circular que al estudiar esta caracterización de los desperdicios sólidos domésticos señala que el 93% de los mismos se pueden volver a utilizar, integrándolos al proceso productivo como materia prima o como nuevos productos, y sólo el 7% irían vertederos. La economía circular es un concepto económico, es un modelo de producción y consumo que tiene como objetivo general el crecimiento sostenible de la economía y reducir la degradación ambiental.
Las empresas se pueden beneficiar al aprovechar al máximo los recursos materiales de los que disponemos, alargando el ciclo de vida de los productos en la economía, identificando y creando nuevas oportunidades de crecimiento económico, generando empleos e impulsando la innovación y la competitividad por medio de la investigación y desarrollo de nuevos productos.
Además, este modelo soluciona el problema de los desperdicios sólidos en la sociedad. Puerto Rico puede encontrar una alternativa en la economía circular, por nuestro grado de industrialización, nuestro nivel tecnológico, la disponibilidad de recursos humanos cualificados y el acceso de la financiación que los fondos federales de recuperación proveen para transformar la economía lineal en una circular.
La Universidad de Puerto Rico en Mayagüez estimó en la Hoja de Datos Ambientales el valor en el mercado de los materiales reciclables dispuestos en los sistemas de rellenos sanitarios de Puerto Rico (2007). El valor estimado es de $467,111,167, lo que demuestra que si podemos crear empresas para utilizar estos desperdicios. Estamos desperdiciando oportunidades para hacer negocios y esa es la visión que ofrece la economía circular, crear empresas que transformen los residuos en materia prima o productos.
En la economía circular se trata de imitar a la naturaleza, donde todo tiene valor y todo se aprovecha, interceptando los aspectos ambientales, económicos y sociales. Bajo esta línea de pensamiento, los residuos se convierten en un nuevo recurso, y se reduce al mínimo la generación de residuos. El fin es lograr mantener el equilibrio entre el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. Para lograr esto, debemos cambiar nuestra cultura de consumo (compras), la cual se basa en usar y tirar, por una de reutilizar y reciclar cuando no es útil el producto.
Y le añadimos que podemos ir creando empresas para manejar los residuos dentro del concepto de la economía circular. Existen cinco principios que son pilares en la economía circular: reducir, reutilizar, reparar, recuperar y reciclar. Reducir se refiere a disminuir la compra de productos innecesarios para crear menos residuos de los que actualmente generamos.
Reutilizar hace referencia a dar más usos a aquellos productos que ya no sirven para lo que originalmente fueron diseñados. Reparar es encontrar una segunda vida a los productos estropeados. Recuperar implica rescatar materiales o elementos que sirvan como materia prima para la producción de otros bienes. Finalmente, reciclar es el proceso de recolección y transformación de materiales para convertirlos en nuevos productos, y que de otro modo serían desechados en forma de basura. A eso le añadimos el componente de investigación, innovación, creación y articular otras empresas asociadas para crear subproductos de los materiales.
Es importante mencionar que algunos componentes de la economía lineal también forman parte de la economía circular. Por ejemplo, la extracción, o uso de materia prima, y los desperdicios. La diferencia es que, bajo el modelo de economía circular, tanto la extracción como los desperdicios disminuyen, siendo este modelo uno más sostenible.
La economía circular requiere que se trabaje sobre el diseño de los productos para que estos estén alineados con sus principios. La estrategia es desarrollar productos que incorporen criterios para reducir el consumo de materia prima en su elaboración, alargar su vida útil y aumentar el reciclaje de sus componentes. El éxito de la economía circular depende en gran medida del diseño de los bienes que producen las diferentes empresas.
La economía circular provee beneficios a la economía local (municipal) donde esta se encuentra operando debido a su filosofía y los principios que la gobierna, creando empresas. Este modelo ayuda a disminuir el uso de los recursos naturales, fomenta el uso de energía renovable en su producción, ayuda a proteger el ambiente debido a que reduce las emisiones de efecto invernadero y reduce la generación de desperdicios.
Este modelo es creador de riquezas y empleos, evita costos del manejo de desperdicios domésticos y su disposición en vertederos, fomenta la protección ambiental y evita costos en el daño que se produce a la salud de las comunidades cercanas al vertedero.
Lamentablemente, existen varias limitaciones para implementar el modelo de la economía circular. Por ejemplo, muchos de los productos en la actualidad son difíciles de reciclar o de desmontar, dificultando la reutilización y reciclaje de los productos, por eso se necesita hacer investigaciones que permitan el diseño de nuevos productos. La falta de conciencia ambiental por parte de los productores y consumidores también dificulta la implementación de una economía circular. Otra limitación es la falta de habilidades técnicas que se requieren en los nuevos sistemas de producción.
Puerto Rico presenta varios escenarios específicos donde las empresas pueden beneficiarse de la economía circular de diferentes formas. Primero, muchos de los insumos de producción en Puerto Rico son importados desde Estados Unidos, lo que aporta mucho a los altos costos de producción. Además, debido a la ubicación geográfica donde se encuentra, los empresarios en Puerto Rico son más vulnerables a desastres, como tormentas y huracanes. La economía circular es relevante en este contexto debido a que al reducir los insumos de producción y sustituirlos por materia prima generada de residuos, brinda beneficios para las empresas que operan en el país.
Segundo, aunque todavía hay mucho por hacer en el país, en Puerto Rico se ha desarrollado conciencia sobre la importancia del reciclaje y estamos mejor posicionados en este contexto, comparado con otros países o regiones donde la conciencia ambiental y la costumbre de reciclaje es mínima o ninguna. Tercero, en el país se gradúan anualmente cientos de estudiantes en programas de ingeniería y ciencias que pudieran ayudar en la logística y diseño de productos que cumplan con las características necesarias para la economía circular.
Cuarto, en Puerto Rico se han realizado estudios donde se ha encontrado que existen segmentos en la población que están dispuestos a pagar un precio mayor por artículos producidos de manera amigable con el ambiente. Con un buen trabajo de mercadeo y establecimiento de precios, las empresas pudieran aumentar sus ganancias al identificar correctamente el perfil del consumidor que apoyaría sus productos.
Para fomentar y encaminar las empresas en Puerto Rico hacia una economía circular es necesario unir múltiples esfuerzos. Se necesita educar a la población, desde los salones de clase, a los políticos, hasta las empresas y organizaciones sin fines de lucro. El modelo de economía circular conlleva un proceso y no es algo que se da de un día para otro. Es importante que los diferentes sectores conozcan los beneficios de este modelo tanto para las empresas como para la comunidad.
Además, es necesario identificar empresas colaboradoras. En la economía circular existe simbiosis industrial, donde los desperdicios de unas empresas son insumos de producción de otras. Por lo tanto, es importante identificar esas empresas que pueden servir de eslabón en las diversas fases de producción.
La intervención del gobierno también puede ser pieza clave en la economía circular. Por ejemplo, posiblemente se necesiten incentivos que ayuden a las empresas a adoptar tecnologías y diseños nuevos que cumplan con los requisitos para una economía circular e identificar los fondos federales que existen para este propósito. De esta forma, se atienden las barreras económicas y la falta de acceso a la financiación. El gobierno también puede impulsar proyectos educativos en este tema.
Es importante tomar decisiones y apoyar proyectos que se atemperen a los problemas ambientales y la crisis climática que estamos enfrentando no solo en Puerto Rico, sino también a nivel mundial. La economía circular es un modelo que puede reducir la degradación ambiental, prevenir posibles escenarios de daño ambiental, crear empresas y mejorar la calidad de vida de los residentes, contribuyendo al desarrollo económico del país.
Referencias:
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