San Juan (15 de marzo de 2022) – A cinco años de establecida la industria del cannabis medicinal en Puerto Rico, la Asociación de Miembros de la Industria de Cannabis Medicinal (MICaM), comisionó un estudio económico a Inteligencia Económica, dirigido por el economista Gustavo Vélez, el cual revela el estado actual de esta industria, sus retos y las proyecciones a corto y largo plazo. Uno de los aspectos más preocupantes que se desprenden del estudio, es que se valida la proliferación desmedida de dispensarios a lo largo de la isla y la caída precipitada de ventas en estos establecimientos.
“Al no contar con un estudio publicado requerido por ley por la Junta Reglamentadora que provea parámetros y criterios para la otorgación de licencias, decidimos realizar este estudio sobre nuestra industria. A 5 años de su creación, tenemos que medir el impacto real que está teniendo a nivel económico, no solo para el gobierno en términos de los impuestos al cannabis, sino además para los dueños de dispensarios y productores de cannabis localmente”, expresó el Lcdo. José Aleczer Rivera, presidente de MICaM.
Uno de los aspectos que aportan gran valor a la industria del cannabis medicinal, es que es una industria sumamente beneficiosa para la economía local, ya que todas las etapas de la cadena de negocio, desde el cultivo hasta la distribución, se realiza localmente. Anualmente, el valor del mercado se estima en $250 a $300 millones anuales, y el erario ha recaudado cerca de $65 millones por concepto de impuestos y generado unos 5,000 empleos directos e indirectos.
A pesar de que la Ley 42 de 2017 que regula el cannabis medicinal establece la obligación de publicar un estudio sobre el mercado que incluya los criterios de área geográfica, tamaño de la industria y proporción entre pacientes y licencias de establecimiento, que debe ser publicado los primeros quince días de cada año natural, aún no se ha publicado ningún estudio.
“Actualmente, se han otorgado 277 licencias de dispensarios de cannabis medicinal distribuidos mayormente en el área metropolitana, lo cual crea una saturación del mercado siendo desfavorable para los dueños de dispensarios. Particularmente tomando en consideración que en Puerto Rico hay 119,664 pacientes de cannabis y que hay 311 solicitudes nuevas. Solo en el 2021, se otorgaron 89, aumentando la cantidad de dispensarios por 53%, todo esto es evidencia del crecimiento desmedido de la industria”, añadió el Lcdo. Aleczer Rivera.
Del estudio realizado se desprende que hay unos 432 pacientes por cada dispensario en la isla. El promedio en los estados que cuentan con mercados de cannabis medicinal es de 1,898 pacientes por dispensario. En los Estados Unidos, la mayoría de los estados con cannabis medicinal regulan muy de cerca la apertura de nuevos dispensarios, controlando así la saturación de la industria.
“En Puerto Rico, un 3.7% de la población son pacientes de cannabis medicinal, una de las tasas más altas en los EE. UU. Sin embargo, hemos podido ver unas caídas en las ventas de cannabis medicinal que ha coincidido con la apertura de nuevos dispensarios, una reducción en la cantidad de pacientes registrados y precios más bajos de cannabis. Por ejemplo, las ventas de cannabis medicinal en enero del 2022 bajaron un 41% comparado con enero 2021. Además, la caída en precios de $2,500 por libra en el 2019 a $1,400 en el 2022 coincide con la expansión de dispensarios en la isla”, indicó el economista Gustavo Vélez, de Inteligencia Económica.
El estudio indica además que las ventas mensuales por dispensario han bajado de $69,732 en enero 2021 a $39,423 en enero 2022, creando una situación precaria para la industria del cannabis en la isla.
“De no establecerse controles a la cantidad de dispensarios en la isla y facilitar la renovación de licencias de paciente, la industria enfrenta un serio riesgo sistémico que pudiera ocasionar la pérdida de muchos dispensarios y otros componentes del ecosistema”, puntualizó Vélez. “El mercado ya tiene las características de desequilibrio por el lado de la oferta. Evidentemente, la oferta ha crecido más rápido que la demanda, lo que ha llevado la venta promedio por dispensario a niveles peligrosamente bajos, lo que impide niveles aceptables de rentabilidad y por ende tiene el potencial de afectar a la industria en su totalidad”.
Ante el retante panorama, MICaM propone que se tomen las medidas necesarias para evitar el colapso de la industria. Entre estas; congelar la otorgación de nuevas licencias a establecimientos; la creación de un Consejo Asesor integrado por representantes de los segmentos de cultivo, manufactura y dispensario que facilite la visibilidad de estadísticas vitales de la industria y producir el reporte anual requerido por el reglamento del cannabis medicinal; desarrollar criterios regionales y municipales para expedir nuevas licencias; adoptar una política económica que reconozca y promueva el potencial de esta industria para que Puerto Rico se convierta en un jugador regional y hemisférico, incluyendo la otorgación de incentivos económicos a la industria; apertura del mercado para uso adulto; y por último, como industria emergente, el gobierno debería considerar proveer incentivos como los que se proveen a otras industrias, tales como la manufactura, el turismo y la agricultura.
“El momento de actuar y proteger la industria de cannabis medicinal es ahora. El potencial económico de la industria ha sido probado a nivel mundial y local. Necesitamos la acción del gobierno para juntos solidificar la industria y continuar aportando a la economía local”, concluyó Aleczer Rivera.