Madrid, 1 de febrero de 2022 (EFE) – El exceso de muertes asociado a la pandemia de covid-19 en 2020 fue, en España, Suiza y Suecia, el mayor de los registrados por infecciones desde 1918, cuando se produjo la conocida como gripe española.
Científicos suecos y noruegos analizaron los datos mensuales de mortalidad durante más de cien años en esos países, que son “especialmente adecuados” para tener una perspectiva temporal porque disponen de datos históricos continuos y fiables sobre el recuento de fallecimientos, indica el estudio que publica «Annals of Internal Medicine».
El exceso relativo de muertes en 2020 fue del 17.3 % en España; del 12.5% en Suiza y del 8.5% en Suecia, indica el estudio, el cual destaca que el registrado en 1918 “sigue siendo entre seis y siete veces mayor” que en 2020.
En los tres países, «los picos de exceso de mortalidad mensual en 2020 fueron mayores que la mayoría de los excesos de mortalidad desde 1918, incluyendo muchos picos debidos a la gripe estacional y las olas de calor durante ese periodo», indica el documento.
Investigadores de las Universidades de Zúrich, Berna y Oslo estimaron el exceso de muertes mensuales por todas las causas, específicas de la edad, para Suiza, Suecia y España, de 2020 a 2021 y otros periodos pandémicos desde finales del siglo XIX en orden cronológico.
Para ello recopilaron datos de la oficina de estadística de cada país sobre las muertes mensuales por todas las causas y utilizaron datos anuales sobre el tamaño de la población y la estructura de edad para tener en cuenta los cambios demográficos a lo largo del tiempo.
El estudio recoge también datos de las pandemias de gripe de 1890 y 1957, aunque estos episodios no son los únicos que han generado picos de exceso de mortalidad mensuales.
Los investigadores indican que los tres países estudiados no solo tienen series de datos desde hace más de un siglo, sino que además fueron militarmente neutrales en las dos guerras mundiales.
En cuanto al Guerra Civil en España, indica que su impacto en la mortalidad, “aunque probablemente sustancial, es difícil de evaluar, tanto porque las cifras oficiales de mortalidad podrían estar subestimadas, como porque es metodológicamente difícil estimar la mortalidad contrafactual en ausencia de la guerra durante varios años”.
Según los autores, el exceso de mortalidad en 2020 podría haber sido incluso mayor si no fuera por las fuertes intervenciones de salud pública en todo el mundo.