Shanghái, 26 de enero de 2022 (EFE) – La política de tolerancia cero contra el covid-19 estaría poniendo a China en una situación de desventaja comparativa en términos económicos y sociales frente a Occidente, según varios economistas citados por el diario privado hongkonés South China Morning Post.
Liu Yuanchun, también vicepresidente de la conocida Universidad Popular de Pekín, advirtió esta semana de que la creciente divergencia entre las políticas pandémicas de China y los países occidentales podría llegar a un punto de «presión extrema» para el gigante asiático.
«En comparación con el inesperado impacto que vino de mano de la pandemia en 2021, el de 2022 podría ser incluso más fuerte», indicó.
Algunos expertos como Jia Kang, que dirigió el instituto de investigación del Ministerio de Finanzas, han llegado a proponer que las autoridades levanten de manera moderada y gradual las restricciones en algunas zonas del país después de que se celebre, a principios de marzo, la cumbre anual del Legislativo nacional.
El hecho de que la variante ómicron parezca ser relativamente menos dañina que la delta, agregó Jia, podría dar ventaja a Europa y Estados Unidos a la hora de reabrir mientras China se mantiene firme en su política de ‘cero covid’.
«Deberíamos tratar de seguir la línea de la reanudación de la producción en EE. UU. y Europa, para impulsar la competitividad internacional de China y mantener la economía nacional en un rango razonable», prosiguió el experto.
Por el momento, las autoridades no han dado señales de preparar un cambio, ya que China, según los datos oficiales, mantiene un nivel extremadamente bajo de contagios en comparación con los de la mayoría de países, a cambio de mantener las fronteras prácticamente selladas y de responder con test masivos y confinamientos a cualquier rebrote, por pequeño que sea.
En las últimas semanas, en el marco de la llegada de la variante ómicron al país -que, desde mediados de octubre de 2021, ha registrado más de 6,000 contagios locales, sin fallecimiento alguno-, se ha reavivado el debate sobre cuánto tiempo puede mantener China su política de tolerancia cero ante el coronavirus.
Mientras la capital, Pekín, refuerza sus medidas de prevención hasta el punto de desinfectar el correo llegado del extranjero -al que culpa de un contagio de ómicron- para prevenir rebrotes ante el inminente comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno, el resto del país se prepara para los desplazamientos del Año Nuevo lunar.
Al respecto de esto último, y pese a que las autoridades siguen recomendando no viajar si no es necesario, los pronósticos son que en este Año Nuevo lunar se doble el número de desplazamientos con respecto a 2020.