Naciones Unidas, 24 de enero de 2022 (EFE) – El secretario general de la ONU, António Guterres, demandó este viernes cooperación a las grandes potencias internacionales para dar respuesta a toda una serie de crisis que están provocando un gran «incendio» global.
La pandemia de covid-19, un sistema financiero que necesita ser reformado, la crisis climática, las amenazas que plantean las nuevas tecnologías y la proliferación de conflictos fueron los cinco grandes problemas identificados por Guterres en un discurso con el que presentó sus prioridades para este año.
«Nuestras respuestas a las cinco emergencias que he planteado determinarán el curso de la gente y el planeta durante décadas», advirtió el político portugués, que insistió en que todas estas crisis tienen arreglo si se opta por la «solidaridad».
Sin embargo, Guterres avisó de que la desconfianza entre las potencias internacionales se está acercando a un punto álgido que puede hacer que el mundo caiga en el «caos» si no se gestionan las actuales divisiones geoestratégicas.
«Nos enfrentamos a una caldera de inestabilidad política y feroces conflictos», dijo en una intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que destacó que el mundo registra «el mayor número de conflictos violentos desde 1945», una preocupante proliferación de golpes de Estado y un aumento de las violaciones de los derechos humanos.
«El populismo, el chovinismo, la supremacía blanca y otras formas de racismo y extremismo están envenenando la cohesión social y las instituciones en todas partes», lamentó.
En una rueda de prensa posterior, Guterres analizó algunas crisis concretas como la de Ucrania, donde pidió diálogo y se mostró «convencido» de que no habrá una invasión rusa, y la de Yemen, donde fue muy crítico con el reciente ataque de los rebeldes hutíes contra Emiratos Árabes Unidos pero también con los duros bombardeos llevados a cabo por la coalición árabe en respuesta.
PANDEMIA Y RECUPERACIÓN ECONÓMICA
En lo que respecta a la pandemia, Naciones Unidas defiende que frenar la propagación del virus debe seguir siendo una prioridad para todos los países.
«Ómicron es un aviso más. La próxima variante podría ser peor», dijo Guterres, que insistió en que se debe acelerar la distribución de vacunas en los países con menos recursos para atajar la crisis.
El portugués denunció además la creciente fractura económica que la pandemia está dejando, con una sólida recuperación en los países ricos y un crecimiento insuficiente en las naciones en vías de desarrollo.
A su juicio, esos problemas están vinculados directamente con una arquitectura económica mundial que favorece a los que más tienen y castiga a los que menos, y que debe ser reformada en profundidad.
«Digámoslo claro: el sistema financiero global es una inmoralidad», clamó Guterres, que exigió entre otras cosas un marco adecuado de alivio y restructuración de la deuda pública, un sistema fiscal más justo -que reparta una parte de los billones de dólares acumulados por los más ricos durante la pandemia- y medidas contra los flujos financieros ilícitos.
CRISIS CLIMÁTICA Y TECNOLOGÍAS
En 2022, la lucha contra la crisis climática seguirá siendo una de las mayores prioridades de la ONU, que buscará una «avalancha de acciones» para tratar de mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global en línea con lo pactado en el Acuerdo de París.
Guterres prometió además trabajar para impulsar medidas que den respuesta a los grandes problemas que está creando el mundo digital, incluidas normas que cambien el modelo de negocio de las redes sociales.
Según denunció, estas empresas se benefician de «algoritmos que dan prioridad a la adicción, la indignación y la ansiedad a costa de la seguridad pública».
«Nuestra información personal se está explotando para manipularnos, cambiar nuestros comportamientos, violar nuestros derechos humanos y minar las instituciones democráticas. Nos están quitando nuestras opciones sin que nos demos cuenta», advirtió.