Londres, 18 de enero de 2022 (EFE) – Londres debe reducir los trayectos en coche al menos un 27 % para conseguir su objetivo de alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono en 2030, indica un informe encargado por el alcalde de la ciudad, el laborista Sadiq Kahn, y difundido este martes.
El estudio, elaborado por la consultora Element Energy, indica que, para llegar a la carboneutralidad esta década, la capital británica tendrá que hacer «un cambio significativo», pasando del uso de vehículos de gasolina y diésel a otros limpios (actualmente hay solo un 2 % de coches eléctricos) y a hacer más desplazamientos en transporte público, a pie y en bicicleta.
Más de un tercio de los trayectos realizados en coche por los londinenses podrían hacerse en menos de 25 minutos a pie y dos tercios equivalen a 20 minutos en bici, señalan los autores.
Un análisis reciente contabilizó que los embotellamientos de tráfico costaron en 2020 5,100 millones de libras (casi $7 mil millones de dólares) a la economía capitalina, en ingresos perdidos por conductores que podrían haber estado trabajando o disfrutando de su ocio en lugar de parados en la carretera.
A esto se sumaría el impacto en la salud, con 4,000 muertes anuales prematuras atribuidas a la contaminación del aire en esta ciudad.
Entre los años 2000 y 2018, Londres consiguió una reducción del 56 % de las emisiones de las oficinas y un 40 % de las procedentes de los hogares, pero solo un 7 % de los gases tóxicos del transporte.
Esto es así a pesar de las medidas mitigadoras vigentes, que incluyen que los conductores no exentos paguen una tasa por entrar a la llamada Zona de Congestión, que abarca el centro de Londres, y otro recargo que se cobra a los vehículos contaminantes por circular en la Zona de emisiones ultrabajas, que cubre buena parte de la ciudad.
El informe advierte de que el Gobierno conservador del primer ministro, Boris Johnson, debe apoyar las ambiciones de Khan -con el que mantiene una relación tensa- si quiere conseguir sus propios objetivos climáticos para el Reino Unido, de un cero neto de emisiones en 2050.
En una conversación con la prensa extranjera, Khan, que este año preside la asociación internacional de ciudades C40, lamentó la «inacción» del Ejecutivo frente a la actitud más comprometida de la alcaldía, que sin embargo carece del presupuesto y las competencias para abordar el asunto en su totalidad.
Según el documento, la mejor solución para reducir al menos un 27 % los trayectos en coche sería sustituir las diferentes tasas actuales por un sistema unificado más simple en el que los conductores pagaran por kilómetro en función de cuánto contaminen sus vehículos, el nivel de congestión en su zona y el acceso al transporte público, con exenciones por ejemplo para personas con discapacidades o con ingresos bajos.
Pero esta tecnología «puede tardar años», por lo que Khan ha decidido someter a consulta pública otras posibilidades para disuadir del uso del coche, indicó en la rueda de prensa virtual.
Entre estas opciones figuran la ampliación territorial de la Zona de emisiones ultrabajas, la introducción de una tasa adicional de «aire limpio» o el cobro de un «peaje» para entrar a Londres a los visitantes de fuera de la ciudad.
Khan argumentó que para él reducir la polución es también «una cuestión de justicia social», pues los londinenses más pobres y en general sin coche son los que, por dónde y cómo viven, más sufren las consecuencias en la salud del aire contaminado.