San Juan, 27 de diciembre de 2021 (EFE) – José «Chemo» Soto, exalcalde de Canóvanas y quien fuese un aficionado a los temas paranormales al tratar de cazar al «chupacabras», falleció en la madrugada de este lunes, informó su hija y actual alcaldesa de la mencionada localidad, Lorna Soto.
«Nuestro amado padre descansa en paz. Dios me dio la oportunidad de estar con él hasta el último momento junto a su amada ‘Crucita’, que no lo dejó solo ni un solo momento», sostuvo en un comunicado de prensa.
«Chemo» Soto, miembro del Partido Nuevo Progresista, tenía 78 años y llevaba hospitalizado desde septiembre pasado en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe en San Juan.
Soto, padre de nueve hijos, fue alcalde de Canóvanas por seis términos consecutivos desde el año 1992 hasta renunciar al cargo en el 2014.
«Chemo» Soto cursó sus primeros grados en la escuela elemental del barrio Cambalache, cursó sus grados intermedios y superiores en la escuela Eugenio María De Hostos y la Andrés Flores López del barrio Canóvanas Pueblo.
A sus 18 años ingresó a la Policía de Puerto Rico y luego al Ejército de Estados Unidos.
Al culminar su tiempo en el Ejército, regresó a la isla, se reintegró a la fuerza policiaca y continuó estudios universitarios, obteniendo un grado en Criminología.
Luego, obtuvo un grado asociado en Economía y Educación Física de la Universidad Interamericana.
En el año 1978 comenzó a trabajar como investigador privado para varias instituciones bancarias.
No obstante, desde muy joven, mostró interés por servir a su comunidad y la política, por lo que en 1992 se postuló para alcalde de Canóvanas, ganando.
En dicho puesto estuvo seis términos seguidos.
Dentro de su obra se destacan proyectos como tres modernas bibliotecas en diferentes comunidades, un moderno centro de ancianos, el centro de usos múltiples, canchas bajo techo y una pista atlética y un extraordinario programa deportivo.
No obstante, a «Chemo» Soto también se le conoce por la búsqueda del «chupacabras» en Canóvanas y una gárgola en diversas partes de la isla.
El mito del «chupacabras», muy difundido popularmente en Puerto Rico, donde se cree que tuvo su origen, así como en numerosos países de América Latina, habla de un ser con la capacidad de paralizar a sus presas y succionarles la sangre.
Los animales muertos presentaban además incisiones limpias, lo que le hace pensar que el autor de los ataques no pudo ser una alimaña habitual de los campos puertorriqueños.