Washington, D.C., 9 de diciembre de 2021 (EFE) – Los centros urbanos tienen que transformarse para ser más densos a la vez que necesitan adoptar rápidamente vehículos eléctricos para contribuir a que el calentamiento global se mantenga por debajo de 1.5 grados Centígrados, según un informe dado a conocer este miércoles.
El documento, del Instituto para el Desarrollo de Política de Transporte (ITDP, por sus siglas en inglés) y la Universidad de California Davis, explica que la adopción de esas dos medidas permitiría que para 2050 se eliminen 59 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) del sistema de transporte de pasajeros en centros urbanos.
De hecho, aumentar la densidad urbana con diseños pensados para caminar y circular en bicicleta y transporte público junto con la adopción de vehículos eléctricos pueden recortar, de acuerdo al informe, las emisiones del sector de transporte urbano de pasajeros en un 50 % en los próximos 30 años.
En 2015, el transporte urbano de pasajeros representó el 10 % de todas las emisiones de gases con efecto invernadero de la humanidad. Desde entonces, la participación del sector en las emisiones ha ido en aumento por el mayor acceso a vehículos privados por parte de la ciudadanía de países emergentes.
El informe, titulado «El escenario de la ciudad compacta, electrificada», deja claro que solo la electrificación del parque de vehículos no será suficiente para alcanzar los objetivos fijados.
«Se necesita la electrificación, pero no llegaremos a nuestro objetivo del 1.5 °C si únicamente nos concentramos en vehículos eléctricos», dijo la directora ejecutiva de ITDP, Heather Thompson, en un comunicado.
El informe indica que si se aplicase de forma exclusiva la electrificación de vehículos, las emisiones se reducirían en 44 gigatoneladas para 2050; y si solo se diseñasen ciudades de forma más compacta, las reducciones representarían 33 gigatoneladas.
La combinación de ambas políticas representa el mejor escenario, porque al aumentar la densidad urbana se reduce la cantidad de coches en las calles y la necesidad de infraestructuras para los vehículos privados, lo que aumenta la reducción de emisiones.
«También necesitamos concentrarnos en la ecuación fundamental de conducir menos, incluso si es en vehículos eléctricos, que requieren muchos recursos como electricidad limpia», añadió Thompson.
Para ello, es necesario una mayor densidad urbana que proporcione «un mejor acceso a empleo, educación y servicios para familias de todos los niveles de ingresos sin depender de coches».