San Juan, 6 dic (EFE) – El Departamento de Salud de Puerto Rico comenzó este lunes a realizar pruebas moleculares de covid-19 aleatorias a los viajeros en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín de la isla ante los temores a la variante ómicron.
Estas pruebas, que son voluntarias y gratuitas, forman parte de la nueva estrategia del Departamento de Salud para evitar la expansión de esta variante en la isla.
El objetivo es que un centenar de viajeros acepten realizarse esta prueba cada día, independientemente de su estatus de vacunación y aunque lleguen a la isla con un resultado negativo.
De haber resultados positivos en esas pruebas, las muestras serán enviadas a laboratorios para identificar si el caso responde a un contagio con la variante ómicron.
Hasta ahora, estas pruebas en el aeropuerto solo se realizaban a viajeros que presentaban algún síntoma asociado a la covid-19.
Esta medida de pruebas aleatorias coincide con el refuerzo de los requisitos de entrada en Puerto Rico, que comenzó a aplicarse en esta jornada al igual que en EE.UU. a raíz de la variante ómicron.
Esta variante, que se observó primero en Sudáfrica, está ya presente en decenas de países y en varios estados de EE.UU.
El Gobierno puertorriqueño informó que todos los pasajeros que lleguen a la isla deberán completar la Declaración de Viajeros (TDF) para que las autoridades dispongan de un control de síntomas a través de la aplicación Sara Alert.
Uno de los cambios impuestos por las autoridades federales es que los viajeros internacionales han de presentar un test negativo de coronavirus realizado en las 24 horas anteriores a su vuelo, en lugar de las 72 horas que se exigían hasta ahora.
Puerto Rico va a promover, además, la detección temprana a través de pruebas virales, dando prioridad a las pruebas moleculares, y va a continuar sus esfuerzos de vacunación a la población hábil (5 años en adelante).
El Departamento de Salud no reportó hoy nuevas muertes por el covid-19, por lo que la cifra de decesos se mantiene en 3,273 desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, mientras que el número de contagios supera los 222,000 en la isla.