Santiago de Chile, 2 dic (EFE) – La muerte de la activista medioambiental Javiera Rojas en el norte de Chile desató este jueves numerosas críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y rostros políticos que exigieron una investigación especial para determinar la causa del fallecimiento.
«Este crimen no puede quedar impune. Es necesario esclarecer los hechos lo antes posible y determinar las sanciones penales correspondientes», afirmó a través de Twitter el candidato presidencial de izquierda Gabriel Boric.
Rojas, una activista de 43 años, fue hallada muerta el pasado domingo en un inmueble ubicado en la localidad de Calama, en el desierto de Atacama, al norte del país.
La activista defendía las tierras de la localidad El Durazno, ubicado en el valle Cogotí en la región de Coquimbo (norte) y presidía una agrupación que luchaba contra la instalación de un embalse, relató en una declaración pública la plataforma ambiental Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT).
«La violencia es permanente en esos territorios que son de sacrificio para las mujeres, pudiendo llegar a instancias tan horrorosas como la vivida por nuestra compañera, haciendo visible la cruel alianza que existe entre extractivismo y patriarcado», señaló la organización.
El cuerpo de la mujer se encontró en un edificio en ruinas, atada y con diversas heridas en su cuerpo, según relataron medios locales.
Desde la Policía de Investigaciones (PDI) anunciaron la detención el pasado lunes de dos hombres sospechosos de ser los presuntos autores.
Dos diputadas de oposición, Catalina Pérez y Marcela Sandoval -quien ejerce además como presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja-, anunciaron que solicitarán a al Ministerio Público y al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), un fiscal especial que se haga cargo de la indagación.
En tanto, la senadora y excandidata presidencial de centroizquierda Yasna Provoste, manifestó que la muerte de la activista «debe ser investigada en profundidad y con prontitud».
«Su caso no puede quedar en la impunidad», esgrimió la demócratacristiana.
América Latina es, según la ONG Global Witness, la región más mortífera para los defensores ambientales al acumular 148 de los 212 asesinatos cometidos en el mundo a estos activistas en 2019.
«El asesinato de Javiera Rojas viene a demostrar lo peligroso que es ser defensor medioambiental en Latinoamérica. ¡No más defensores ambientales muertos!», tuiteó la ONG Fundación Glaciares Chilenos.