Sydney, 24 de noviembre de 2021 (EFE) – Las especies invasoras como los conejos europeos, los gatos y cerdos salvajes, los sapos de caña, los zorros, así como los hongos y la hierba mala, amenazan con extinguir parte de la flora y la fauna únicas de Australia para el 2050, según un estudio publicado este martes.
El informe de la agencia científica gubernamental CSIRO (siglas en inglés) explicó que el cambio climático, el comercio internacional y los desplazamientos, así como los fenómenos meteorológicos extremos – que incluyen las inundaciones, los incendios y la sequía- han impulsado la propagación de las especies invasoras en el planeta.
El estudio titulado «Luchando contra las plagas y los depredadores: El camino de Australia hacia un futuro sin especies invasoras» precisó que estas especies invasoras están poniendo en peligro a más de 1,250 animales y plantas terrestres australianas amenazadas de Australia, lo que equivale a ocho de cada diez de ellas.
Australia alberga especies únicas como los canguros, los koalas, los wombat, los emús y los demonios de Tasmania, entre otras.
Desde la colonización británica de Australia en el siglo XIX, «las especies invasoras ya han contribuido a la extinción de 79 especies autóctonas australianas», afirmó en un comunicado Andreas Glanznig, coautor de este informe y director ejecutivo del Centro de Soluciones para Especies Invasoras de CSIRO.
Gran parte de la culpa de esta extinción la tienen 207 especies de malas hierbas, 57 animales invasores y tres patógenos, según este estudio, que cifra el coste de los daños causados por estas especies invasoras en las últimas seis décadas en al menos $281,385 millones.
Algunas de las mayores amenazas son los conejos europeos, que han infestado dos tercios de Australia, seguidos de los gatos salvajes, los cerdos, los zorros y los sapos de caña, según el informe, que recomienda que Australia se centre en soluciones innovadoras para los principales animales asilvestrados en los próximos 30 años.
Las especies invasoras también causan graves daños en el sector agrícola provocando un aumento en los precios de los alimentos y el forraje, de acuerdo al informe de CSIRO.
El informe subraya la necesidad de acelerar las tecnologías de bioseguridad emergentes y de desarrollar urgentemente nuevas técnicas para prevenir, erradicar y controlar las plagas invasoras en Australia, país en donde existen 2,700 especies de mala hierba y aparece una nueva cada 18 días.
«Una acción urgente, decisiva y coordinada es crucial para detener la propagación de las especies invasoras y proteger nuestros extraordinarios e insustituibles animales y plantas autóctonos, y Australia tiene un gran historial en este ámbito», remarcó el coautor del informe, Andy Sheppard, científico del CSIRO.