Por Miguel Díaz Román
Especial EyBoricua.com
San Juan (19 de noviembre de 2021) – El discrimen comercial que existe contra la industria emergente de quesos del país, cuya materia prima, la leche cruda generada por ganaderos locales, la adquieren a precios altos mientras a la República Dominicana se le vende el producto a precios irrisorios, será atendida por la legislatura, según reveló el representante Jorge Rivera Segarra, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes.
En el centro de la controversia se encuentra la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL), que, según denuncias de las empresas productoras de queso del país, se ha negado a establecer un precio especial para la leche que utilizan como materia prima en la elaboración de queso. Alegadamente, la ORIL también se ha negado a que estas empresas se nutran de los excedentes de leche.
Por disposición de la ORIL los ganaderos pueden vender leche a los productores de queso al precio estimen justo. De acuerdo con fuentes de la industria de quesos, por lo general los ganaderos venden la leche cruda a más de 60 centavos por cada litro.
No obstante, la empresa Indulac, cuyos dueños son un grupo de ganaderos, vende a las plantas procesadoras de la República Dominicana a 25 centavos el litro de leche cruda que no puede procesar. Indulac produce principalmente leche UHT.
El asunto se ve agravado por la atmósfera de terror que, alegadamente, ha establecido la ORIL contra los productores de queso del país que levantan su voz contra el evidente discrimen, según han denunciado miembros de esa industria.
De hecho, los empresarios de la industria de quesos entrevistados por este medio rechazaron que su identidad fuera revelada por el temor a las represalias de parte de la ORIL.
“No digas mí nombre porque me van a caer encima para acabar de hundirme”, dijo un conocido productor de quesos, quien sostuvo que ha sido víctima de los “abusos” de la ORIL.
Alegadamente, la ORIL mantiene una férrea e injustificada fiscalización contra las empresas productoras de quesos, por el hecho de que adquieren leche de los ganaderos locales.
“Si te quejas te hacen la vida imposible. No dejan que los ganaderos te vendan leche, ni te dan condiciones favorables de pago. Si no recibes un flujo constante de leche no puedes cumplir con tus entregas y pierdes clientes. Ese es mi caso. He perdido clientes porque no recibo la leche que necesito”, dijo otro productor de queso que solicitó que no se revele su nombre.
El representante Rivera Segarra dijo que la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes se apresta a presentar legislación para garantizar un precio accesible a los productores de queso y un flujo periódico en las entregas del producto de parte de los ganaderos. El legislador no ofreció detalles sobre las disposiciones que contendría la medida y cuándo será presentada, aunque indicó que será el año próximo.
“Vamos a atender este asunto. Estamos investigando la industria lechera y hasta ahora una de nuestras conclusiones es que hace falta más inversión en el área de valor añadido, en la elaboración de nuevos productos con leche. Y uno de esos productos de valor añadido es el queso. Para nosotros es una preocupación que a los queseros se le venda cara la leche, mientras a la República Dominicana se venda bien barata”, dijo Rivera Segarra.
En el informe de liquidación de leche de la ORIL del pasado 10 de noviembre se informa que se exportaron 627,995 litros a la República Dominicana y el precio por litro fue de 25 centavos. La venta generó $156,998.75.
En los pasados cuatro meses se han decomisado más de 500,000 litros de leche sin que la ORIL le pueda garantizar a los ganaderos una compensación que al menos cubra los costos de producción. El decomiso obedece a que las plantas Suiza Dairy, Indulac y Tres Monjitas, Inc. no podrán procesar esa producción y tampoco existen otros mercados que puedan absorber el producto.
Ni el administrador de ORIL, Javier Lugo Rullán, ni el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, han respondido a las llamadas de EyBoricua.com.
El representante, Joel Franqui Atiles, quien el pasado cuatrienio presidió la Comisión de Agricultura, Recursos Naturales y Asuntos Ambientales en la Cámara, informó que debido al ambiente de terror que mantiene la ORIL los representantes del sector de quesos no asistieron a unas vistas públicas que celebró el pasado año para investigar la problemática en la compra de leche.
“Yo entrevisté a los queseros y ellos alegan que hay una mafia en la ORIL que no responde a los mejores intereses de la industria lechera., le piden información privada de sus negocios y si no aceptan sus decisiones los persiguen y le hacen la vida imposible. Y los queseros son empresas locales, que crean empleos aquí”, dijo Franqui Atiles.
Por su parte, Carlos La Santa, quien fue ex subsecretario de DACO entre 1995 y 1998 y ha sido asesor de los ex secretarios Michael Pierluisi y Carmen Salgado, dijo que la ORIL ha perdido su razón de ser con la evolución en el mercado de leche y la llegada de nuevos productos.
“Esa es reglamentación de la ORIL es de 1950 y 1960, que se hizo respondiendo a unos problemas específicos que existían en esos momentos, cuando no había la leche UHT ni la leche grado A. Pero eso ha evolucionado. Es irrazonable que por la reglamentación de la ORIL no se le dé acceso a los excedentes de leche a los pequeños productores de queso”, dijo La Santa.
El economista dijo que la regulación de parte del gobierno del precio de la leche ya no está justificada y señaló que el control de precios que impone la ORIL es una medida proteccionista que opera en detrimento de los consumidores.
“La leche UHT importada se podrían estar vendiendo 50 centavos menos que el precio actual. Y eso responde al control de precios que impone la ORIL para proteger a la producción local. Los importadores deben estar teniendo unos márgenes de ganancia enormes por esa reglamentación, que afecta al consumidor de bajos ingresos. Eso evita también que los productores locales de leche sean competitivos. El sector de café se desreglamentó seis años atrás. Se le garantizó un precio mínimo al agricultor local y ha funcionado muy bien porque hay café a un precio accesible para la gente pobre y muchas marcas”, dijo La Santa.