Ciudad de México, 18 oct (EFE) – Pese a las críticas por su modelo energético, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se declaró este lunes ante el enviado especial de EE.UU. para el clima, John Kerry, como un «aliado» en la protección del medioambiente y defendió su política eléctrica como la «más limpia».
Kerry aplaudió el plan de reforestación de México, pero invitó al Gobierno mexicano a virar su economía hacia las «cero emisiones» de dióxido de carbono apostando por la energía eólica y solar.
«Tiene el presidente (Joe) Biden un aliado en la política del clima para enfrentar el cambio climático. Somos aliados en la defensa del medioambiente», declaró López Obrador en un acto junto al funcionario estadounidense en la ciudad de Palenque, en el suroriental estado mexicano de Chiapas.
LA ELECTRICIDAD «MÁS LIMPIA»
El presidente mexicano ha sido criticado por su apuesta para fortalecer la petrolera estatal Pemex y su propuesta de reforma eléctrica que relega las plantas eólicas y solares de compañías privadas y extranjeras.
Pero ante Kerry recalcó que el Gobierno está modernizando 60 plantas hidroeléctricas de la empresa pública Comisión Federal de Electricidad (CFE) para producir «el doble» de energía con agua y «cumplir los compromisos internacionales de energía limpia».
«Vamos a seguir impulsando la generación de energía con agua. La energía más barata y más limpia es la que se genera en las hidroeléctricas», esgrimió.
Y, aunque su Gobierno apuesta por incrementar la producción de crudo, prometió que México «no va a extraer más petróleo que el que se necesita para consumo interno».
KERRY INSISTE EN EL FIN DE EMISIONES
John Kerry visitó este lunes el sureste de México para observar la implementación del programa de reforestación Sembrando Vida, con el que López Obrador quiso demostrar su apuesta por el medioamebiente.
Este plan, que entrega ayudas económicas a los campesinos que reforesten sus terrenos, lleva 395 millones de árboles plantados en 447,000 hectáreas de los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, y ha beneficiado a 180,000 personas.
Según el Gobierno, cada hectárea reforestada capta 17.8 toneladas de dióxido de carbono, aunque la oposición ha criticado «inconsistencias» como que algunos campesinos queman sus terrenos para reforestarlos y recibir las ayudas.
El funcionario estadounidense aplaudió al programa Sembrando Vida, el cual definió como «un símbolo de liderazgo de México en momentos cuando es fundamental tomar acciones sobre el cambio climático».
Pero también instó al Gobierno mexicano a «tomar acción en todos los sectores de la economía y pasar a una economía de cero emisiones», una transición que supondría un «cambio más grande que la revolución industrial».
En concreto, Kerry subrayó que los trabajos que más han crecido en los últimos años en Estados Unidos «son técnicos de energía eólica y de paneles solares», dos fuentes de energía relegadas en la propuesta de reforma eléctrica de López Obrador, la cual debe ser discutida todavía en el Congreso.
«Los científicos nos han dicho sin lugar a dudas que si se quiere frenar el aumento de la temperatura, si se quieren emisiones cero para 2050, se tienen que reducir entre 2020 y 2030», advirtió Kerry.
UNA APUESTA MIGRATORIA
Además de que sirven para proteger al medioambiente, el Gobierno mexicano considera que las oportunidades económicas que genera el programa Sembrando Vida contribuyen a frenar la migración.
Por ello, México está exportando su plan a Centroamérica y López Obrador ha pedido a Estados Unidos que lo financie, incluso que ofrezca visados de trabajo a los campesinos que siembren árboles.
Aunque Biden desechó la idea de los visados, agradeció días atrás en una carta a López Obrador por la «financiación e implementación» del programa en Centroamérica, y se comprometió a aumentar la «inversión» de Estados Unidos en la región.
Kerry no abordó la faceta migratoria de Sembrando Vida, pero López Obrador aseguró que «el Gobierno de Estados Unidos también tiene voluntad para que el programa se amplíe y afrontar el fenómeno migratorio».
«Si se tiene la esperanza de salir adelante, la gente se queda y busca ser feliz donde nació», afirmó.
Kerry llegó a México poco más de una semana después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, y el de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, estuvieran en Ciudad de México para rediseñar la estrategia de seguridad entre Estados Unidos y México.