San Juan, 6 oct (EFE News) – La organización Distrito Caribe de Conservación de Suelos y Agua anunció este miércoles que el 33% de unos 5,000 árboles que sembraron para reforestar áreas públicas en el sur de la isla han sobrevivido.
Según explicó en un comunicado de prensa el agrónomo Marcos D. Saliceti, varios de los desafíos que amenazaron las siembras fueron los caballos, iguanas, cerdos vietnamitas, además del traslado y el problema de aclimatación por la procedencia de los árboles.
«A pesar de eso, de los 5,000 árboles que se sembraron, el 33% logró establecerse con éxito», resaltó.
Las distintas siembras se dieron durante los meses de junio y julio en los pueblos de Salinas, Santa Isabel, Juana Díaz y Ponce.
Según explicó el agrónomo, el árbol de almácigo fue la especie que mejor toleró el estrés de traslado, trasplante y condiciones ambientales de las áreas reforestadas.
Además, mencionó que Puerto Rico está entre los primeros 10 países donde la sequía va a afectar grandemente y que con este tipo de actividades «buscamos ayudar en la recuperación, la protección y conservación de los recursos naturales».
«Un árbol que sobreviva es un árbol que nos está dando oxígeno, sombra, alimento y habitad a la fauna y nos ayuda con el calentamiento global», aseguró.
Las actividades de siembra fueron posibles gracias a una subvención del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura federal.
La siembra se logró en colaboración con el Servicio Forestal de Estados Unidos, Agro Associates, ID Media Lab, el vivero de Cambalache del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, decenas de voluntarios y asociaciones como la de Universitarios Pro Ambiente y Biodiversidad de la Universidad de Puerto Rico.
El Distrito Caribe de Conservación de Suelo y Agua es una organización sin fines de lucro que trabaja en colaboración con varias agencias, proveyendo servicios a los agricultores y usuarios de terrenos principalmente en los pueblos de Coamo, Juana Díaz, Ponce, Peñuelas, Santa Isabel, Salinas y Villalba.
Entre las iniciativas de la organización está la estimulación de establecimiento de prácticas y sistemas relativos al control de erosión y la conservación de los recursos naturales en fincas de agricultores cooperadores y la coordinación con líderes de las comunidades y otros grupos ambientales para lograr un manejo adecuado de los recursos suelos, agua, aire, plantas y animales.