Moscú, 3 de septiembre de 2021 (EFE) – El presidente de Rusia, Vladímir Putin, promovió hoy la Ruta Marítima del Norte (RMN), que pasa por el Ártico ruso, como futuro del transporte mundial de Europa a Asia y al revés, por lo que aseguró que no restringirá su acceso a otros países.
Durante su intervención en el Foro Económico Oriental de Vladivostok, Putin aseguró que denota «interés» en ciertos países por esta vía marítima, que suscita no obstante temores en algunas potencias del Consejo Ártico (Canadá, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Rusia, Suecia y EE. UU.).
«Nos congratulamos por este interés. Es importante decir que observamos procesos en otros países, donde se expresan temores por el hecho de que Rusia desarrolla activamente la Ruta Marítima del Norte», señaló el jefe del Kremlin.
INTERÉS Y TEMORES
EE. UU. ha acusado a Rusia de una «creciente actividad militar» rusa en el Ártico, sino también de presentar «reivindicaciones marítimas ilegales», al mencionar las regulaciones de paso de barcos extranjeros en la también denominada Ruta Ártica, que no respetarían las leyes internacionales.
Según una orden del Ministerio de Transporte de Rusia de 2013, la administración de la RMN emite los permisos de navegación de un barco en la Ruta Ártica.
«No tenemos la intención de imponer limitación a nadie», enfatizó Putin, y recalcó que la RMN «es sin duda el futuro del trasporte mundial de Asia a Europa y en la dirección contraria».
El presidente ruso dijo ayer en la Universidad Naval Estatal Nevelski que EE. UU. ha mostrado interés en cooperar en la ruta y también los países de Asia, tanto China como la India.
El primer ministro de la India, Narendra Modi, indicó en un mensaje por vídeo que su país ayudará a Rusia a desarrollar la RMN.
«Al igual que Rusia ayuda a la India a desarrollarse en la conquista del espacio y en la preparación de su programa nacional de vuelos tripulados ‘Gaganyaan’, la India ayudará a Rusia y será su socia en el desarrollo de la Ruta Marítima del Norte y en su apertura para el comercio internacional», dijo Modi.
ALTERNATIVA AL CANAL DE SUEZ
Rusia presenta la ruta como una alternativa viable al canal de Suez, una opción cada vez más asequible debido al repliegue y adelgazamiento de los hielos en las zonas rusas del Ártico.
La Ruta Ártica fue lanzada en 2011 por Putin, pero es un proyecto de futuro, ya que el Kremlin no espera que funcione como un corredor internacional de pleno derecho hasta 2035.
De hecho, en 2020 cruzaron el canal de Suez embarcaciones con 1,170 millones de toneladas a bordo, mientras que solo casi 33 millones de toneladas trasegaron el pasado año por la ruta norteña.
Más de la mitad de dicho volumen correspondió a gas licuado.
Un barco tiene que recorrer 10,600 kilómetros para llegar por el norte desde la ciudad rusa de Murmansk al puerto chino de Shanghái, mientras que si opta por cruzar el canal necesitará surcar 17.700 kilómetros.
Además, la travesía por Suez lleva 35 días de media, mientras la arteria promovida por Rusia supone un ahorro de 10-12 días por barco, que además se ahorrarían hasta 500 millones de euros al año gracias «al menor nivel de emisiones de dióxido de carbono».
IMPULSAR EL TRANSPORTE DE CARGA
Los pronósticos rusos son que para 2024 el volumen de mercancías por este itinerario ascienda a 80 millones de toneladas.
Putin instó hoy a analizar las perspectivas de lanzar de manera regular transportes de contenedores por la ruta a partir de 2022.
«Es necesario considerar la posibilidad de abrir las primeras travesías regulares de transporte de cargas, incluidos contenedores, entre Vladivostok y San Petersburgo a partir del próximo año, con el fin de probar la ruta», dijo.
Para Rusia, que posee la única flota de rompehielos nucleares del mundo, el acompañamiento de mercantes por esta ruta puede ser un negocio muy rentable.
En principio, el trasiego de mercancías por la ruta se limita a los meses que van de mayo a diciembre debido al grosor del hielo, que puede alcanzar los 4 metros, aunque el cambio climático está jugando en favor de Rusia.
MONITOREAR EL PERMAFROST
Putin tiene claro que el cambio climático puede ser una ventaja, pero también un peligro.
«El Ártico tiene un gran impacto en el clima global. Es importante para nosotros entender y predecir los procesos que ocurren allí. Y esto requiere una base fiable, datos científicos precisos y previsiones», señaló en el foro.
En este sentido, pidió acelerar la creación de un sistema nacional de monitoreo sobre el estado del permafrost antes de fines de año.
Según algunas estimaciones esa red costaría unos 1,600 millones de rublos ($22 millones) hasta 2035 e incluiría 140 estaciones.