Santa Cruz, 26 de agosto de 2021 (EFE) – La ciudad boliviana de Santa Cruz, la mayor y más próspera del país, amaneció este martes llena del humo provocado por los incendios forestales que hasta el momento han arrasado con cerca de 600,000 hectáreas en distintos puntos en ese departamento.
Un sol rojo y nubes grises fueron parte del paisaje que se vio en Santa Cruz, capital de la región homónima, en la mañana, consecuencia de los incendios que no dan tregua desde hace varias semanas.
Nueve municipios cruceños se mantienen en emergencia por los incendios forestales que se registran en 21 puntos en el departamento, explicó en una rueda de prensa la jefa de la Unidad de Bomberos de la Gobernación de Santa Cruz, Yovenka Rosado.
Hasta el momento unas 597,459 hectáreas han sido afectadas por el fuego en Santa Cruz, con los municipios de San Matías, San Rafael, San Ignacio de Velasco y Charagua como los lugares «con mayor concentración de focos de quema», indicó Rosado.
Los incendios llegaron a las áreas protegidas de San Matías, Otuquis, Valle de Tucabaca, Laguna Concepción, Valles Cruceños, Ñembiguazu, Orquídeas del Encanto y San Ignacio, alertó.
Según Rosado, el incendio más reciente dentro de un área protegida se registró en el parque nacional Otuquis, en la frontera con Brasil y Paraguay, hacia donde se enviará asistencia técnica y recursos económicos para combatir el fuego.
CIFRAS Y ACCIONES
El sistema de alerta temprana de incendios forestales de la gobernación cruceña registró en esta jornada «65 focos de quema», con lo que el acumulado en lo que va de agosto llega a 4,894 y desde enero suma 19,618.
Según ese sistema, «un 73 % del departamento se encuentra en riesgo extremo de ocurrencia de incendios forestales tomando en cuenta las condiciones climáticas, la sequía que hay en el bosque, los vientos superiores a los normales y las elevadas temperaturas que estamos teniendo», agregó Rosado.
La gobernación ha desplazado brigadas a los municipios donde se registran los incendios para combatir el fuego junto a bomberos voluntarios, militares, funcionarios municipales y ganaderos.
La magnitud de los incendios se determina mediante «sobrevuelos de reconocimiento» que se coordinan con la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y también se emplea drones en los sitios donde no se puede llegar con aeronaves, precisó Rosado.
Una vez que se establezca con los municipios una estrategia para atender la emergencia se pedirá al Gobierno central apoyo mediante un helicóptero Súper Puma para «hacer ataque aéreo en los lugares» donde se requiera combatir el fuego de esta forma, añadió.
Rosado pidió a la población ayuda para prevenir los incendios, pues hay un «desgaste» en el personal que los viene combatiendo desde hace dos meses en algunos casos.
La funcionaria lamentó que no se pueda replegar a los bomberos hasta ahora, ya que se logra sofocar el fuego en un lugar y de inmediato surgen nuevos puntos de incendio en otros sitios.
También pidió «a las entidades con competencia legal» que hagan «rastrillajes» para detectar a los causantes de los incendios y «sentar un precedente en este tema».
En 2019 el fuego arrasó cerca de cinco millones de hectáreas en el país y se consideró como uno de los más graves desastres ecológicos en la última década, pues afectó además a zonas protegidas como parques naturales de alto valor medioambiental.
En 2020 la cifra se redujo en un 62 % y se declaró «desastre natural» con la intención de facilitar medios de apoyo.