San Juan, 16 de agosto de 2021 (EFE) – Todos los funcionarios del Gobierno de Puerto Rico que trabajen de forma presencial deberán estar vacunados a partir de este lunes como medida para detener la propagación del covid-19, de acuerdo con la última orden anunciada por el Ejecutivo de la isla.
«Hoy, lunes 16 de agosto, comienza la nueva orden ejecutiva. Recuerden, que la prioridad es la vacunación. Sigamos trabajando para terminar con el covid-19. ¡La solución es la vacunación! #TeQueremosSano #ProtégeteVacúnate», escribió en su cuenta de la red social de twitter hoy el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi.
Según dijo Pierluisi en rueda de prensa el 28 de julio pasado, 27,000 de 90,000 empleados públicos en 65 agencias públicas no se habían vacunado.
Ante ello y para este lunes, todo funcionario debió estar debidamente vacunado con al menos la primera dosis y haber completado el ciclo en o antes del 30 de septiembre.
La orden ejecutiva 2021-058 fue emitida hace dos semanas ante el alza de contagios registrada en la isla, atribuida a la variante Delta del covid-19.
REPUNTE DE MUERTES Y HOSPITALIZADOS
Para aquel momento, en la Isla habían fallecido desde el inicio de la pandemia 2,574 personas y 140 personas estaban hospitalizadas.
No obstante, hasta este lunes, según las estadísticas del Departamento de Salud local, 93 personas adicionales han fallecido a causa del virus, elevando la cifra a 2,667 muertos. Igualmente, las hospitalizaciones han tenido un repunte, al llegar hasta hoy 436.
La nueva orden ejecutiva también se extiende a los municipios, a la Rama Judicial y a la Rama Legislativa, así como a patronos privados.
Quedan exentos los empleados cuyo sistema inmune esté comprometido, que sean alérgicos a las vacunas o tengan alguna otra contraindicación médica que impida la vacunación. Esto deberá ser certificado por un médico autorizado en Puerto Rico. Además, el médico deberá indicar la duración de la contraindicación médica. Una vez esta cese, la persona tendrá que cumplir con el requisito de vacunación.
EXENTOS POR MOTIVOS RELIGIOSOS
Por otro lado, se permite a los funcionarios, a manera de excepción, no vacunarse por motivos religiosos, siempre y cuando la vacuna vaya en contra de los dogmas de la religión del empleado.
Para cumplir con esta excepción, el empleado deberá presentar una declaración jurada junto al ministro de la religión que certifique bajo juramento y sujeto a perjurio, que por causa de sus creencias religiosas no podrá ser inoculado contra el covid-19.
Estos empleados, sin embargo, tendrán que llevar una prueba molecular o de antígeno de covid-19 semanalmente, o un resultado positivo con certificación médica diciendo que ya no son contagiosos.
En el caso de aquellos empleados que no presenten su certificado de inmunización, el resultado negativo semanal ni el resultado positivo con documentación de recuperación, y que no cumplan con las excepciones detalladas en la orden ejecutiva, no podrán acudir a trabajar de forma presencial.
Quienes no puedan o no deseen vacunarse por razones médicas o religiosas podrán acudir a trabajar de forma presencial utilizando las medidas de seguridad correspondientes, lo que incluye el uso de mascarilla, distanciamiento social y cualquier otra que de tiempo en tiempo disponga el Departamento de Salud.
EL PORQUÉ DE LA ORDEN EJECUTIVA
Pierluisi mencionó además cuatro razones principales para elaborar la nueva orden ejecutiva.
Las primeras tres son el aumento en los contagios a niveles local, nacional e internacional, la necesidad de garantizar la salud pública y la continuidad de los servicios esenciales del Gobierno, y la importancia de contrarrestar la información incorrecta sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas, asegurando que es seguro vacunarse.
La cuarta razón, según el Primer Ejecutivo, es que existe precedente y base legal para exigir la vacunación, que confirmó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Hasta el momento y según se desprenden de las estadísticas publicadas por el Departamento de Salud local, 2,232,458 personas, o el 78.4 % de la población, se han puesto al menos una dosis de las tres vacunas que se suministran en la isla (Pfizer, Janssen y Moderna).
Igualmente, 1,938,597 personas aptas (12 o años o más) ya habían completado ambas dosis.