La Paz, 13 de agosto de 2021 (EFE) – El departamento de Santa Cruz, la región mayor y más poblada de Bolivia, declaró este jueves «alerta roja» ante los incendios forestales que amenazan a una treintena de municipios y que se han considerado en «riesgo extremo».
«Se declara la alerta roja por ocurrencia de incendios forestales en el departamento», manifestó la jefa de la unidad de Bomberos Forestales de Santa Cruz, Yovenka Rosado, durante un informe sobre la situación en esa región oriental.
Los criterios para esa declaración se basaron en una valoración del «aumento progresivo» de los fuegos y las condiciones del clima como vientos y sequedad que los favorece, precisó.
Rosado mencionó que esa disposición da pie a que, según las normas del país en esta materia, una treintena de municipios en riesgo «puedan ver la pertinencia de declararse en emergencia o desastre».
La funcionaria detalló que las áreas más afectadas «se encuentran en la zona chiquitana» o Chiquitania, que es una región de transición entre el Chaco y la Amazonía, sitio en el que en 2019 y 2020 también se produjeron fuegos que arrasaron con millones de hectáreas de bosques y pastizales.
Un reciente reporte refleja que alrededor de 200,000 hectáreas han resultado afectadas y que 60 focos de quema se mantienen activos de un total de 16,790 que se han detectado a lo largo del año únicamente en Santa Cruz, precisó.
Las zonas con «incendios activos» son San Matías, en la frontera con Brasil, y Roboré, ambos que han sido controlados, además de San Ignacio de Velasco, indicó Rosado.
Esta misma información ha sido corroborada por el viceministerio de Defensa Civil en un comunicado en el que señaló que bomberos forestales y militares trabajan en «tres frentes» en extensiones de hasta 30 kilómetros.
El bosque seco chiquitano es una de las regiones más sensibles del país donde anualmente se producen estos sucesos con sensibles efectos sobre la biodiversidad en la región.
Algunas ONG reportaron que en 2019 los incendios consumieron 6,5 millones de hectáreas en Bolivia mientras que en 2020 esta cifra se redujo en un 62 %, si bien el año pasado el Gobierno interino declaró «desastre natural» con la intención de facilitar medios de apoyo.
En junio pasado el Ministerio de Defensa presentó un plan de prevención y control de incendios forestales en base a criterios de prevención, control y sanción ante prácticas ilegales de quema.