Lima, 4 de agosto de 2021 (EFE) – Cerca de 300 incendios se han registrado en la Amazonía desde inicios de 2021, la mayoría concentrados en Brasil, donde el número de fuegos es más del doble que el año pasado, según informó este miércoles el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP).
En total son 287 incendios de importancia detectados a partir de la información de satélites espaciales en la cuenca amazónica, compartida por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Brasil concentra el 77 % de los incendios registrados en todo el territorio amazónico, al acumular 221 eventos que han afectado unas 57,000 hectáreas, seguido de Bolivia con 36 (13 %), Perú con 24 (8 %) y Colombia con 6 (2 %).
Los incendios en Brasil duplican el número de eventos similares registrados en las mismas fechas de 2020, un año que ya fue particularmente intenso con 2,250 fuegos detectados a lo largo de la temporada.
Casi el 70 % de los incendios ocurridos en territorio brasileño corresponden a grandes áreas que han sido deforestadas en los meses anteriores para instalar presuntamente cultivos o tierras para la ganadería.
Estos se han producido en su mayoría en praderas, donde se ha quemado una extensión equivalente a una 35.000 hectáreas, pero también en territorios indígenas pertenecientes a las etnias xingu y kayapó.
«Estas zonas eran bosque hace solo un año», advirtió el investigador principal del MAAP, Matt Finer, durante una conferencia al respecto organizada por las organizaciones Conservación Amazónica y Servir-Amazonía.
Por estados, Mato Grosso registra el 43 % de todos los incendios detectados en Brasil, seguido de Amazonas (29 %), Pará (14 %), Rondonia (12 %) y Acre (2 %).
De los 35 incendios registrados en Bolivia, la mayoría han ocurrido en los departamentos de Santa Cruz y Beni, donde las llamas han arrasado con unas 19,000 hectáreas de praderas naturales.
Mientras tanto, en Perú los fuegos se han concentrado en la selva montañosa de la vertiente oriental de los Andes, con un total de 2,600 hectáreas impactadas.
La Amazonía tuvo en 2020 el tercer peor año de su historia al perder 2.3 millones de hectáreas de selva, una superficie similar a la extensión de El Salvador, y registrar récords históricos de deforestación en Bolivia, Ecuador y Perú.