Van Horn, 20 de julio de 2021 (EFE) – Jeff Bezos, el fundador del gigante del comercio electrónico Amazon, sumó este martes otro hito a su historial de éxitos tras alcanzar el espacio a bordo de un cohete de Blue Origin, en un corto vuelo de unos 11 minutos de duración que partió desde el oeste de Texas.
«El mejor día», dijo un jubiloso Bezos al interior de la cápsula en la que volvió a tierra junto a otros tres pasajeros, en el que fue el primer vuelo tripulado de Blue Origin, la firma que el hombre más rico del planeta fundó en el año 2000 y con la que pone el pie en el llamado turismo espacial.
El cohete New Shepard, llamado así en honor a Alan Shepard, el primer estadounidense en el espacio, despegó sobre las 08.12 hora local (13.12 GMT), con pocos minutos de retraso de la hora prevista, desde una base levantada en medio del desierto y cerca de la localidad de Van Horn.
Minutos después, descendía la cápsula tripulada, que iba en la cúspide del cohete propulsor, con ayuda de tres paracaídas y tras culminar un trayecto en el que superó los 100 kilómetros de altura.
Momentos antes, y cerca de ahí, lo había hecho el cohete propulsor que aterrizó de forma vertical y sin inconvenientes luego de separarse de la cápsula una vez que el New Shepard alcanzó los 76 kilómetros de altura.
Al interior de la cápsula montada en la cúspide del cohete iban también la piloto de 82 años Wally Funk; Oliver Daemen, un estudiante neerlandés de 18 años e hijo de un multimillonario, y Mark Bezos, hermano de quien hasta hace poco era el consejero delegado de Amazon.
La nave alcanzó una velocidad tres veces superior a la del sonido y cruzó la línea imaginaria de Karman, situada a 99.7 kilómetros de la Tierra y que en algunos ámbitos científicos se acepta como la división entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.
Una vez en el punto más alto de su trayecto, los pasajeros pudieron experimentar la ingravidez por espacio de unos 4 minutos.
LA CARRERA DE LOS MULTIMILLONARIOS
Fanático del espacio desde su infancia, la fecha elegida por Bezos para el lanzamiento de hoy no es casual, ya que este mismo día hace 52 años la misión Apolo 11 llegaba a la Luna, hito que él observó a la edad de 5 años.
El hombre más rico del planeta ha declarado antes que sus labores al frente del imperio del comercio electrónico le impedían dedicar más atención a Blue Origin, la firma que fundó pocos años después de crear Amazon con la intención de desarrollar tecnología aeroespacial e impulsar los viajes comerciales al espacio.
La compañía tiene previsto efectuar otros dos viajes en lo que resta de este 2021, para los cuales ya hay una fuerte demanda, según señalaron portavoces de Blue Origin el domingo, quienes no revelaron cuánto cuesta cada billete.
La compañía puso a la venta un asiento libre para el vuelo de hoy, el cual alcanzó los $28 millones en una subasta benéfica en la que no se dio a conocer el nombre del ganador. El poseedor del billete, sin embargo, debió aplazar su vuelo por «conflicto de horarios» y su lugar fue ocupado por el joven Daemen.
Bezos es otro multimillonario que se erige en pionero del turismo más allá del planeta, luego de que el británico Richard Branson, a sus 70 años, alcanzará hace poco más de una semana las fronteras del espacio a bordo de un avión fabricado por su compañía Virgin Galactic, con el que cruzó los 80 kilómetros de altura.
En ese punto, Branson y los otros cinco ocupantes del plateado avión VSS Unity experimentaron también la ingravidez, por casi unos cuatro minutos, y pudieron observar la curvatura de la Tierra.
A Branson y Bezos se suma Elon Musk, el fundador del fabricante de vehículos eléctricos Tesla y de SpaceX, la firma contratista de la NASA que ya ha enviado astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y que hacia fines de este año espera llevar a cabo el primer viaje tripulado con fondos privados al espacio.
LA FASCINACIÓN DEL ESPACIO
Aunque, por motivos de seguridad, el Departamento de Transporte del estado de Texas había cerrado parcialmente la carretera interestatal 54, que da acceso a la plataforma de lanzamiento, decenas de curiosos se desplazaron hasta el punto más cercano permitido por las autoridades para poder ver el despegue del cohete.
Diana Baeza, una mexicana de 44 años, llegó la noche del lunes a este lugar después de conducir durante casi 300 kilómetros desde Midland (Texas), donde reside junto a su familia, con la esperanza de contemplar «este histórico lanzamiento».
«Esto es algo único y quise ser parte de la historia porque esto está marcando un antes y un después en los viajes turísticos al espacio», dijo a Efe la mujer mientras terminaba de cocinar unos tacos en una parrilla que instaló en medio del desierto para hacer más llevadera la espera.
Juan Escobar, un colombiano residente en la ciudad fronteriza de El Paso (Texas), a unos 170 kilómetros de Van Horn, confía que se reactive la economía y se creen nuevos puestos de trabajo gracias al impulso que puede dar el negocio espacial a la zona del sur de Estados Unidos.
«Aquí se han instalado Virgin Galactic y Blue Origin, y la verdad es que ya está viendo cómo está ayudando a la economía y al turismo, algo que necesitamos mucho en el suroeste del estado», explicó.