San Juan, 15 jul (EFE News) – Varios miembros del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) expresaron este jueves su oposición a la reclasificación de 3.000 cuerdas de terreno agrícola en el área oeste de la isla-municipio de Vieques para que vuelvan a estar disponibles para uso residencial, turístico e industrial.
Así, el secretario de Asuntos Ambientales del PIP, Víctor Alvarado, y la legisladora municipal del PIP en Vieques, Ana Arache, rechazan el primer informe presentado por el Concilio para el Desarrollo Económico Sostenible de Vieques, organismo creado por el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, y presidido por el alcalde de isla-municipio, José Corcino.
De esta forma, Alvarado y Arache se unen al reclamo que han hecho planificadores, agrónomos y activistas viequenses para que los terrenos se mantengan protegidos para uso agrícola y otros proyectos de menor impacto ambiental.
«Esta reclasificación de miles de cuerdas de terrenos agrícolas para convertirlas en casas, fábricas y espacios comerciales no es cónsona con un desarrollo sostenible de las comunidades viequenses», sostuvo Alvarado.
Para Alvarado, esta reclasificación «es parte del ataque anti-ecológico que estamos sufriendo en todo Puerto Rico, y del desinterés del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) ante la crisis climática».
«Llegamos al punto en el que el gobierno es el principal obstáculo para la protección del ambiente y el desarrollo justo y equitativo. Su único interés es vender nuestros recursos a intereses privados», señaló Alvarado.
«El supuesto desarrollo que ahora propone el gobierno estatal y municipal en esos terrenos, es el mismo que ha contaminado el ambiente, envenenado la salud de la gente y excluido a las comunidades durante décadas en el país», enfatizó.
En esta misma línea, recomendó que los viequenses, en conjunto con otras organizaciones, «exijan un verdadero desarrollo social, económico y sostenible que tome en consideración todas sus necesidades».
Arache, por su parte, opinó que la isla-municipio no necesita más desarrollo urbano en zonas de alto valor ecológico y agrícola.
Por ello, recomendó que «los proyectos de desarrollo económico en una isla con ecosistemas tan preciados y tierras agrícolas tan fértiles, deben ser enfocados en conservar y aprovechar la ecología y la fertilidad de nuestra tierra para proveer empleos dignos y permanentes a través de la agricultura ecológica y el ecoturismo, desarrollando a los agricultores locales y a nuestra juventud para que puedan ejercer como empresarios en su propia tierra y no solamente como obreros».