Los Ángeles (EFEUSA) – El rock perdió a una amante de Stevie Nicks, pero la ópera ganó a una soprano de nivel con Ana María Martínez, la puertorriqueña que estrena en Los Ángeles la zarzuela «El gato montés» con Plácido Domingo y para quien la música, al margen de los géneros, es una pieza clave de su ser.
«Siempre me he identificado con la música. Más bien, no es solo que me guste: no lo puedo expresar de otra manera que como que es parte de mí, el aire que respiro», indicó a Efe.
«Es como el corazón, un brazo, mi mente… Es tan parte de mí que no me puedo imaginar una existencia sin tener la música como parte central de mi vida. Me he dedicado a ello. Y para mí, sentir esa conexión tan fuerte es una vocación», añadió.
Martínez (San Juan, 1971) estrenará mañana en La Ópera de Los Ángeles «El gato montés», la célebre zarzuela de Manuel Penella y donde compone un apasionado y trágico triángulo amoroso junto a Plácido Domingo y el mexicano Arturo Chacón-Cruz.
Nacida en Puerto Rico pero educada en Estados Unidos, su carrera ha estado muy vinculada a Domingo, sobre quien solo tiene palabras de amor y no solo por su descomunal huella como leyenda operística.
«Más que nada, y es decir mucho porque es una institución ambulante y un artista sin paralelo con una comprensión de la música, de los temas profundos que toca la ópera y de la condición humana, es la nobleza de su espíritu, la nobleza de su corazón, la sensibilidad para siempre estar alerta de los presentes y estar seguro de que se sienten bienvenidos, respetados y bien», dijo.
«Ese ejemplo es el más grande y el más importante que me ha dado simplemente por ser así», agregó.
En «El gato montés», Martínez da vida a Soleá, una gitana atrapada entre dos amores: el genuino que siente por el bandolero Juanillo (Domingo) y el sentimiento de gratitud que la une con el torero Rafael Ruiz (Chacón-Cruz).
La soprano expuso que, aunque la zarzuela describe temas y aspectos muy españoles, tiene un «encanto» que puede seducir al público internacional.
«Esa pasión y ese mundo tan pintoresco, tan hermoso, típico de España, es lo que vamos a escuchar en esta partitura (…) Todas esas maniobras, esos gestos, todo lo que al mundo, en partes que no son España, se nos cae la baba… Es tan bello. Y yo digo que vamos a salir todos del teatro como diciendo ‘olé», bromeó.
Además, Martínez argumentó que el retorcido juego de pasiones, traiciones y drama de «El gato montés», representada por primera vez en 1916, sigue muy vigente porque «los sentimientos son iguales».
«Es algo muy animal, muy primitivo. Aunque nos dé vergüenza admitirlo, pero así es», señaló.
Hija de la también cantante Evangelina Colón, Martínez describió cómo su infancia en Puerto Rico es un recuerdo «hermosísimo» que se quedó para siempre en su corazón.
«No hay nada como el Caribe. El mar, los árboles, los framboyanes… Eso es una belleza. Así que, cada vez que llego, tan pronto recojo la maleta, salgo afuera y ya respiro el mar (…), regreso a la edad de cuatro años pero con un poquito más de madurez», ironizó.
Y aunque ha construido una exitosa carrera en la ópera, Martínez contó que, en realidad, tiene «alma de roquera».
«Todo tipo de música me encanta. Como dice Plácido Domingo, que a veces le preguntan si hay algún tipo de música que no le guste (…), no es que te guste un género o no: es que hay música buena y hay música mala o no bien hecha», reflexionó.
«Pero si uno se va a dedicar a ello, es importante saber de qué manera. En mi caso, mi voz se presta para la música clásica. Pero mi primer amor era el rock. Yo tenía en un pedestal a Stevie Nicks, de Fleetwood Mac, y quería cantar como ella, pero mis cuerdas vocales no hacen eso. Ella es única», aseguró.
No obstante, la cantante ensalzó el valor de la ópera porque permite «tomar un respiro» de lo inmediato, del frenético día a día sin pausa ni descanso.
«Nos invita a vivir el momento de una manera mágica, preciosa, que te va a inspirar tantas emociones que ya no tenemos la oportunidad de vivir con la rapidez de este mundo. Sé que es algo más a nivel romántico, de pasión y de conectar, pero es algo que nos inspira», finalizó.