Nairobi, 1 mar (EFE) – Más de 260 organizaciones de 49 países pidieron hoy a 26 bancos que no participen con préstamos en la financiación del que sería el oleoducto calefactado más largo del mundo, entre Uganda y Tanzania, a través de una carta pública.
«Ningún banco responsable debería financiar el proyecto sabiendo que los riesgos económicos, climáticos, medioambientales y sociales son demasiado inmensos», apuntó en un comunicado Diana Nabiruma, portavoz del Instituto Africano de Gobernanza Energética (AFIEGO, por sus siglas en inglés), una de las entidades firmantes.
El proyecto -bautizado Oleoducto de Crudo de África Oriental (EACOP en inglés)- es impulsado por la compañía petrolera francesa Total y la Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China, tercera petrolera del gigante asiático) y resultaría, si se hace efectivo, en la construcción de 1.445 kilómetros de oleoducto, desde Hoima, en el oeste de Uganda, hasta el puerto de Tanga, en Tanzania.
En su recorrido, un tercio de la estructura atravesaría la cuenca del lago Victoria, el más grande de África, y en total cruzaría más de 200 ríos, miles de granjas y varias reservas naturales, causando «enormes amenazas para las comunidades locales, el suministro de agua y la biodiversidad» de varios países de la región, denuncian los firmantes.
Por otro lado, EACOP «incrementará el cambio climático con el transporte de petróleo, que generará más de 34 millones de toneladas de emisiones de carbono anualmente», aseguran.
Las organizaciones hicieron este llamamiento ante el inminente cierre del acuerdo de inversión que lleva años preparándose -y que activaría la búsqueda de capital por parte de Total- después de que Uganda descubriera en 2006 unas reservas de crudo calculadas en 1.700 millones de barriles en la cuenca del lago Albert (oeste), cerca de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC).
Del total de 3.500 millones de dólares que se estima que costará el oleoducto, unos 2.500 millones procederán del préstamo de bancos e instituciones financieras, que aún no están definidas, si bien es probable que se sumen los tres bancos que ofrecen asesoramiento financiero al proyecto: el Standard Bank (Sudáfrica), Sumitomo Mitsui (Japón) y el Banco Industrial y Comercial de China.
También se ha solicitado un préstamo a la agencia de financiación de la exportación británica, UK Export Finance, según confirmó el propio organismo, que aún no dio respuesta porque está consultando el calendario previsto después del anuncio el pasado diciembre del primer ministro británico, Boris Johnson, de que el país dejará de financiar proyectos de combustibles fósiles en el extranjero.
Las organizaciones exigen que Total proporcione «una compensación completa y justa a las comunidades que ya han sido afectadas por el proyecto» y piden a los bancos que se comprometan públicamente a no financiar EACOP y, en su lugar, impulsen alternativas sostenibles en la región.
Según Christine Lain, de la organización Save Virunga, el oleoducto, que atravesaría territorio no solo ugandés y tanzano, sino también de la RDC y Kenia, «podría exponer ecosistemas claves en la región a la exploración y explotación del petróleo», como el Parque Nacional Queen Elizabeth y el Parque Nacional de Virunga.
Varias ONG presentaron ya en 2019 una denuncia en Francia contra Total por no haber respetado en su explotación de petróleo en Uganda la legislación medioambiental gala aprobada en 2017, que obliga a sus empresas a vigilar que se respeten los derechos humanos y la protección medioambiental en sus proyectos.
Los denunciantes acusaron entonces a Total de presionar a las comunidades locales con amenazas de desalojo y también a las ONG que las apoyaban.
Entre los firmantes de la carta publicada este lunes están organizaciones como Amigos de la Tierra, la británica Catholic Agency For Overseas Development (CAFOD), Global Witness o el comité holandés de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.