Houston (EE.UU.), 14 oct (EFE) – La competición de las Series de Campeonato de las Grandes Ligas dejó a los Astros de Houston y a los Dodgers de Los Ángeles, con sendas victorias, sus primeras en lo que va de competición que les mantuvieron en la lucha por el banderín de campeones.
Con sus triunfos ambas novenas reciben una inyección de vida, especialmente en el caso de los Astros, a los que solo les valía ganar el partido.
Toda la tensión sobre el equipo tejano se vivió en la sede burbuja del Petco Park, de San Diego, donde el segunda base venezolano José Altuve y el guardabosques George Springer pegaron cuadrangulares decisivos.
Mientras que el abridor derecho, el veterano Zack Greinke lanzó seis episodios y los Astros vencieron 4-3 a los Rays de Tampa Bay y logran un respiro en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Con su victoria, los Astros evitaron «barrida» y pusieron números de 1-3 en la serie que disputan al mejor de siete.
Los Astros finalmente pusieron en marcha su ofensiva oportuna y productiva cuando se vieron contra la pared en su lucha por buscar el tercer banderín de campeones en cuatro temporadas.
El triunfo no solo los mantuvo en la competición sino que también les permitió recuperar la moral después de las tres derrotas frustrantes que habían sufrido debido a los propios errores defensivos que Altuve había cometido.
Los Rays quedan a una victoria de ir a la Serie Mundial por segunda vez en la historia de la franquicia.
Luego de dos días consecutivos con sendos errores, que costaron dos derrotas a los Astros, Altuve (3) pegó cuadrangular en el primer episodio y dirigió el ataque de la novena tejana.
Su ofensiva ayudó a compensar sus tres errores que ayudaron a los Rays a ganar los Juegos 2 y 3 para avanzar a la cúspide de su primera Serie Mundial desde 2008.
Sobre el montículo, el triunfo se lo acreditó Greinke (1-0) en seis episodios, al permitir cinco imparables, incluido cuadrangular, y dos carreras, dio una base por bolas y retiró a siete bateadores por la vía del ponche.
Greinke, molesto por un dolor en el brazo en la Serie Divisional contra los Atléticos Oakland, cometió sólo un error cuando permitió cuadrangular de dos carreras al toletero novato cubano Randy Arozarena, que empató a 2-2 el marcador en el cuarto episodio.
El veterano lanzador derecho limitó a los Rays a dos carreras y cinco imparables en seis entradas para su primera victoria en postemporada desde 2015.
Los Rays nuevamente contaron con el protagonismo de Arozarena (2), que botó la pelota del campo en el cuarto episodio, luego de cazar los lanzamientos de Greinke, con un compañero en los senderos y un out en la entrada.
La derrota la cargó el también derecho Tyler Glasnow (0-1), que abrió por los Rays y trabajó seis episodios, al ser castigado con ocho imparables, dos vuelacercas y cuatro carreras, regaló dos pasaportes y retiró a cinco por la vía del ponche.
En el partido que se celebró en la sede burbuja del Globe Life Stadium, de Arlington (Texas), el primera base Max Muncy pegó grand slam y coronó racimo de 11 carreras, el abridor mexicano Julio Urías lanzó cinco sólidos episodios y los Dodgers de Los Ángeles apalearon 15-3 a los Bravos de Atlanta y disminuyeron su desventaja en la serie de Campeonato de la Liga Nacional.
Con su triunfo, los Dodgers colocan la serie en 1-2, a favor de los Bravos, pero el equipo angelino recuperó el poder ofensivo y sus 11 carreras en la primera entrada se convirtió en un nuevo récord en la competición de la postemporada de las Mayores.
La anterior marca estaba establecida en 10 carreras acumuladas por otros cuatro equipos, los Cardenales de San Luis de 2019; los Angelinos de Los Ángeles de 2002; los Tigres de Detroit de 1968 y los Atléticos de Filadelfia de 1929.
Los Cardenales son el único otro equipo en anotar racimo en la primera entrada, y lo hicieron en el quinto juego de la Serie Divisional de la Liga Nacional del año pasado, que terminó la temporada de los Bravos.
Los Dodgers empataron a esos Cardenales para otro récord de postemporada al enviar a 14 hombres al bate en la primera entrada.
El equipo angelino acumuló 18 bases en total en los 32 minutos de la primera entrada, la mayor cantidad en cualquier entrada en la historia de la postemporada. Diez de sus 11 carreras fueron anotadas con dos outs.
Los tres jonrones y los cinco extrabases de los Dodgers empataron récords en una entrada de playoffs. Cody Bellinger y Seager agregaron cuadrangulares solitarios en la segunda y tercera entrada, respectivamente, lo que lo que puso parcial de 13-0 y estableció un récord de franquicia de los Dodgers de jonrones en un partido de postemporada.