Madrid, 20 ago (EFE) – La especie de crustáceo de rio «Gammarus Duebeni» es capaz de fragmentar microplásticos en distintos tamaños, algunos de ellos menores que una célula, en tan solo cuatro días, según revela un estudio de la Universidad de Cork.
La investigación demuestra que la especie Gammarus duebeni puede fragmentar el microplástico hasta en un 66% en tan solo 96 horas, parte del cual son nanoplásticos que, debido a su pequeño tamaño, «son difíciles de detectar», explicó a Efeverde la responsable del equipo que realizó el trabajo, la española Alicia Mateos Cárdenas.
El trabajo fue recientemente publicado en Scientific Reports y se centra en la fragmentación biológica de los microplásticos, algo que prácticamente no se había investigado.
Según Cárdenas, el tamaño de los nanoplásticos tras ser procesados por estos crustáceos puede llegar a ser más pequeño que una célula por lo que, de acumularse a los tejidos podría suponer «el efecto más negativo de los plásticos».
La especie Gammarus Duebeni, corresponde a un anfípodo que se encuentra en el sur de Irlanda, pero debido a que este género es localizado en todos los ecosistemas acuáticos se podría concluir, explica la doctora, que cualquier especie parecida «podría ser capaz de hacer lo mismo».
Mateos Cárdenas contó a Efeverde que el hallazgo «fue inesperado» y que surgió mientras analizaba cómo afecta el plástico a esta especie de crustáceo y fue en el momento de la disección que encontró «la mayor parte de los fragmentos en el sistema digestivo, pero un numero más pequeño en donde esta la ‘mandíbula'».
Mateos Cárdenas sugiere que en futuras investigaciones se demuestre en qué parte del cuerpo se produce la fragmentación y sobre todo cómo se produce.
Además, sería interesante entender los efectos de los nanoplásticos en los seres vivos y en el medioambiente en general, explica la investigadora.