Para La Camera, esto representa «una importante oportunidad perdida para el desarrollo sostenible en el continente»
Abu Dabi, 12 ene (EFE) – El director general de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), Francesco La Camera, estimó este domingo que en 2024 la nueva capacidad de energía renovable a nivel global fue de unos 500 GW, un récord tras marcar 473 GW en 2023. Sin embargo, de esa cifra, solo un 1.6% corresponde a África, lo cual consideró una oportunidad «perdida».
Así lo indicó al inicio de la XV asamblea anual de Irena, el primer evento energético mundial de 2025 y también el primero de la Semana de la Sostenibilidad de Abu Dabi (ADSW, por sus siglas en inglés), organizado por el gigante renovable emiratí Masdar.
A pesar de estas cifras récord, La Camera destacó que la capacidad mundial «debe alcanzar los 11.2 TW para 2030», un objetivo que requerirá mejoras anuales promedio en eficiencia energética a nivel mundial.
Desequilibrio en el reparto de la energía renovable
Durante la presentación de un análisis de Irena sobre la distribución geográfica de la capacidad de energía renovable, La Camera afirmó: «Queda claro que sigue estando sorprendentemente desequilibrada».
«Se observa una marcada concentración de capacidad en ciertas regiones, mientras que otras se quedan atrás. A finales de 2023, Asia, Europa y América del Norte representaban casi el 85% de la capacidad instalada global», aseguró.
Aunque África posee «un inmenso potencial de energía renovable y enfrenta necesidades energéticas sustanciales, su contribución a la capacidad global instalada sigue siendo de apenas un 1.6%», subrayó.
Para La Camera, esto representa «una importante oportunidad perdida para el desarrollo sostenible en el continente».
La directora general de Energía de la Comisión Europea, Ditte Juul Joergensen, fue tajante sobre este tema: «No es aceptable que varios cientos de millones de personas no tengan acceso a la electricidad», en referencia a la disparidad en la inversión global.
Esas inversiones en capacidad renovable «siguen estando muy por debajo de los $1.5 billones necesarios anualmente hasta 2030», agregó La Camera, destacando que los próximos cinco años serán «decisivos».
En una sesión paralela de la Alianza Acelerada para las Energías Renovables en África (APRA), lanzada en la COP28, Alex Wachira, secretario del Departamento de Energía de Kenia, enfatizó la necesidad de «organismos reguladores fuertes que equilibren los intereses de los inversores y protejan a la población africana».
Trabajar de forma colectiva
En la asamblea de Irena, que concluye mañana, el secretario general de la ONU, António Guterres, participó mediante un mensaje de video, instando a los gobiernos a realizar una «transición rápida hacia las energías limpias» este año en sus nuevos planes nacionales de acción climática.
Guterres subrayó que los países en desarrollo y emergentes «están rezagados», con excepción de China, que junto a otras economías avanzadas ha recibido la mayor parte de los $105,000 millones en inversiones energéticas globales desde 2016.
Representando a Guterres, el consejero especial para la Acción Climática de la ONU, Selwin Hart, destacó desde Abu Dabi que, a pesar de las incertidumbres geopolíticas, la transición energética avanza a un «ritmo sin precedentes».
Sin embargo, Hart advirtió que esta transición sigue estando «muy concentrada».
«Cuatro de cada cinco dólares gastados en energía limpia desde el Acuerdo de París han ido a China y economías avanzadas. Mientras tanto, los países en desarrollo enfrentan altos costos de capital y otras barreras», explicó.
Hart recordó que 2024 fue el año más caluroso desde que hay registros, con consecuencias evidentes en incendios forestales, inundaciones y fenómenos climáticos extremos en todos los continentes.
Concluyó que la comunidad internacional debe trabajar «cooperativamente y de forma colectiva» para acelerar la transición hacia energías limpias.