Puerto Rico acoge por primera vez una degustación de seis añadas del vino «rey de los vinos»
SAN JUAN, Puerto Rico – El Hórreo de V. Suárez, en colaboración con la bodega italiana Fontanafredda, presentó en Puerto Rico una exclusiva cata vertical de su colección Barolo Riserva, marcando un hito al ser la primera de este tipo celebrada en la isla.
La experiencia reunió seis añadas excepcionales que abarcan desde 1982 hasta 2010, guiada por el sommelier Edwin Rubio.
Servidos en copas Grape@Riedel —la más reciente innovación de la icónica marca de cristalería fina—, los vinos fueron acompañados por un menú confeccionado por la chef Lorraine Colón. Rubio describió la experiencia como “una historia de amor de realeza, en el ambiente perfecto de El Hórreo y las copas Riedel”, destacando la elegancia, intensidad aromática y cuerpo aterciopelado de los Barolos degustados.
Fontanafredda, cuyo origen se remonta a 1858 en las fincas de Vittorio Emanuele II en Piamonte, guarda cada año unas 5,000 botellas de reserva Barolo, de las cuales solo 200 por añada se distribuyen globalmente. La embajadora de la marca, Nadin Bertonasco, subrayó que las botellas seleccionadas para esta cata son de edición limitada, con crianza mínima de ocho años y cuatro en madera, reflejando diferencias sutiles entre cosechas marcadas por el clima.





“El consumidor puertorriqueño tiende a preferir vinos más intensos o frutales, por lo que el Barolo puede representar un descubrimiento revelador”, indicó John Rosa, desarrollador de mercado de V. Suárez. Añadió que, gracias a su perfil floral y su capacidad de añejamiento, los Barolo pueden compararse con un buen Rioja o incluso con un Cabernet Sauvignon californiano.
La copa Grape@Riedel utilizada para la cata jugó un papel crucial, actuando como decantador y resaltando las características aromáticas y estructurales del Nebbiolo, la uva exclusiva del Barolo. “El diseño permitió una oxigenación óptima, resaltando las sutilezas de cada añada”, explicó Rosa.

Fontanafredda ve a Puerto Rico y el Caribe como regiones clave para su expansión, dada la riqueza gastronómica, hospitalidad y sofisticación creciente de sus consumidores, concluyó Bertonasco.