Organizaciones ambientales advierten riesgos y acusan al gobierno de promover gasificación, pero Jenniffer González afirma que no existen proyectos en trámite
SAN JUAN, Puerto Rico – El debate sobre la posibilidad de construir gasoductos en Puerto Rico se intensificó esta semana, tras las expresiones encontradas de líderes comunitarios, ambientalistas y la propia gobernadora Jenniffer González. Mientras sectores ciudadanos advierten que cualquier intento de retomar proyectos de tuberías de gas representa una amenaza a la seguridad y el ambiente, la primera ejecutiva aclaró que su administración no contempla ninguna iniciativa de esa naturaleza.
“Nos quieren forzar la gasificación. No hay compromiso alguno con invertir en fuentes renovables y todo es una mentira, como cuando le llamaron Vía Verde a aquel gasoducto que la gente bautizó como el tubo de la muerte”, sostuvo Arturo Massol Deyá, director ejecutivo de Casa Pueblo.
Massol advirtió que la política energética promovida por algunos funcionarios, como el zar de energía Josué Colón Ortiz, expone al país a peligros innecesarios. “A diferencia de un riesgo intermitente como el paso de un camión, en un gasoducto el riesgo es fijo y permanente. Ese gas está ahí dentro a altas presiones, con riesgo de explosividad. En Estados Unidos y el mundo se reportan explosiones con ondas expansivas que se extienden por millas”, subrayó.
Por su parte, Manolo Díaz Pérez, líder comunitario de Peñuelas, recordó que hace casi dos décadas lograron detener el Gasoducto del Sur tras una intensa lucha de las comunidades. “Si hay que hacerlo de nuevo, lo haremos”, afirmó.
Desde Salinas, Víctor Alvarado Guzmán, portavoz del Comité Diálogo Ambiental, criticó la narrativa oficial que minimiza los peligros y denunció los intentos de censurar la oposición ciudadana. “¿Acaso no creen en la libertad de expresión? Cada vez que decían que los gasoductos no explotan, explotaba uno. Es un riesgo construir un gasoducto cerca de las comunidades”, expresó.
Juan Camacho Moreno, portavoz de Toabajeños en Defensa del Ambiente, coincidió en que la experiencia con la fallida Vía Verde demostró que estos proyectos son “ambiguos, corruptos y peligrosos”.
Sin embargo, la gobernadora Jenniffer González intentó bajar el tono al debate al aclarar que su gobierno no contempla planes de construcción de gasoductos ni ha recibido propuestas formales.
“No tenemos una propuesta de gasoductos en este momento sometida al gobierno de Puerto Rico y el gobierno no está entrando en construcciones de ningún tipo… el gobierno no tiene ningún plan de construcción de gasoductos”, afirmó González, quien sostuvo que hablar del tema sería “crear una expectativa”.
La mandataria reiteró que su administración prioriza la modernización y diversificación de la matriz energética, incluyendo la conversión de plantas generatrices a gas natural e hidrógeno, pero sin proyectos de nuevas tuberías.
Mientras tanto, Hernaliz Vázquez Torres, directora del Sierra Club Puerto Rico, recalcó que el país no necesita depender de combustibles fósiles que perpetúan riesgos ambientales y económicos. “Necesitamos voluntad política, no gasoductos. Necesitamos compromiso con la vida y con un modelo energético participativo y justo”, expresó.
Massol Deyá concluyó que Puerto Rico ya cuenta con alternativas comprobadas, como la generación solar distribuida y el almacenamiento comunitario. “La transición energética que nos urge no necesita del gas. Podemos ir directo a fuentes renovables que dan seguridad y salvan vidas”, puntualizó.
Aunque el gobierno sostiene que no existen proyectos en agenda, las organizaciones reiteraron que se mantendrán vigilantes y listas para movilizarse si se intenta revivir propuestas que califican de obsoletas y peligrosas.




